Renzo Pruzzo, CEO de LOMI
El 2021 fue clave para el mundo startups del país, tanto así que según el informe de Competitividad mundial, Chile se ubicó en segundo lugar a nivel global de emprendimientos en etapa inicial, mientras que otras grandes empresas lograron destacarse en la industria.
Por ello tenemos un gran desafío como país y como ecosistema startup. En la actualidad es imperante que cada acción o decisión tenga una mirada social y ambiental. Hemos visto que diferentes empresas, a nivel mundial, han incluido políticas ESG en sus estándares, algo que las grandes organizaciones en Chile no han querido o les ha costado demasiado implementar, como la Ley REP, debido a la envergadura de la transformación.
Por ende, efectivamente esta tendencia y necesidad de hacer cambios medioambientales en las grandes empresas va a tomar más tiempo del que se creía, y es aquí donde la startups tiene un rol preponderante, ya que desde sus génesis tiene una visión eco friendly, lo que las posiciona con la responsabilidad de liderar la evolución ambiental.
En Chile se levantaron muchos fondos de venture capital y cuando uno ve los ranking internacionales de innovación, que por lo general incluyen temas de sustentabilidad, el país muestra buenos índices, siendo fundamental para la adquisición de fondos e inversionistas que demuestran, cada vez más, interés por los impactos medioambientales, sociales y económicos.
Ahora bien, el gran mito y miedo para seguir esta senda, es la rentabilidad económica. La respuesta es clara, es un camino largo y que probablemente no tenga retorno a corto plazo, sin embargo, las personas cada vez exigen que las empresas sean más amigables ambientalmente y llegará el punto en que sea lo más rentable. Para una startup es un gran anclaje para la rentabilidad, para una empresa no lo es, y eso es un problema de estado.
Si bien el cuidado del medioambiente debería ser una responsabilidad, esta podría ser potenciada por incentivos estatales, tanto en la oferta y la demanda, como para el consumidor que prefiera estos productos, reducción de impuesto, menos IVA, etc,. Estrategia similar a la usada para potenciar el uso de autos eléctricos, pero siempre y cuando el mismo estado verifique la real responsabilidad de una organización con el medioambiente.