Diego Tala, Director de Laborum
No es ninguna novedad que la irrupción de la pandemia provocó transformaciones significativas en el mundo laboral, llevando a parte importante de las compañías del país y del mundo a instalar modelos de trabajos híbridos o completamente remotos.
Una nueva realidad que ha puesto a la tecnología en un lugar más que opcional, como una herramienta imprescindible, planteando nuevos desafíos en torno a las dinámicas de trabajo que se necesitarán para desarrollar un desempeño laboral exitoso, con miras hacia el futuro.
Según una encuesta realizada por Laborum en junio de 2022, titulada “¿Cómo te imaginas el trabajo del futuro”, el 66% de los chilenos y chilenas cree que las relaciones laborales van a cambiar, pero que el trabajo en equipo y las nuevas formas de liderazgo serán claves. De la misma forma, alrededor de un 52% de los entrevistados teme que se pierdan los vínculos humanos y las instancias de encuentros sociales, o que se genere aislamiento y se pierda el trabajo en equipo.
Sin duda que estos resultados y los cambios que generó la pandemia ponen en la mesa un aspecto fundamental en torno al trabajo del mañana: no perder la calidad humana. Los nuevos liderazgos deberán enfocarse en reforzar las relaciones interpersonales, sumando los aprendizajes y dificultades no solo de sus equipos, sino que también de las personas que los componen, más allá de los objetivos a perseguir, las urgencias que se demanden y las pantallas que se interpongan.