El cumplimiento de medidas de eficiencia ambiental en su nueva planta, hizo que Genomma Lab se convirtiera en la primera farmacéutica occidental en recibir dicho reconocimiento.
El Complejo Industrial Genomma Lab, en el Estado de México, ha recibido la certificación EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies), solución para edificios verdes creada por la Corporación Financiera Internacional (IFC), el brazo privado del Grupo Banco Mundial. Con esto se convierte en la primera farmacéutica del hemisferio occidental en cumplir con los estándares que demanda esta certificación.
El Complejo Industrial está integrado por una planta de productos de cuidado personal, una planta farmacéutica y un centro de distribución que cumplen con los estándares determinados por dicha certificación.
El diseño de la Planta de Cuidado Personal le permite a la compañía un ahorro de 31% en energía, 52% en agua y el uso de 41% menos de energía incorporada en materiales vs. mercado; como resultado, se ahorrarán 86.64 toneladas de CO2 al año.
En la Planta Farmacéutica para productos OTC (de libre venta), el ahorro es de 45% en energía, 37% en agua y el uso de 42% menos de energía incorporada en materiales vs. mercado que como resultado, ahorrarán 33.13 toneladas de CO2 al año.
Mientras que el diseño del Centro de Distribución contribuye a un ahorro de 26% de energía, 54% de agua y el uso de 38% menos de energía incorporada en materiales vs. mercado, con lo que se evitan 227.29 toneladas de CO2 al año.
“Es un gran honor contar con la certificación EDGE y ser la primera planta farmacéutica en el hemisferio occidental en recibirla. Toda nuestra organización está comprometida en alcanzar los objetivos de la Estrategia de Sostenibilidad 2025 y una de nuestras principales prioridades es la innovación en productos sustentables que tengan un mínimo impacto ambiental”, dijo Jorge Brake, CEO de Genomma Lab.
El Complejo Industrial tiene más de 67 mil metros cuadrados de construcción, lo que equivale a 14 campos de fútbol. La certificación EDGE fue creada por la IFC con el fin de ofrecer una solución para diseñar construcciones sostenibles y, de esta manera, apoyar y promover el uso eficiente de los recursos naturales en países emergentes.
Junto con esta certificación, Genomma Lab incorporó a sus metas de sostenibilidad, tratar 100% de las aguas residuales e implementar tecnologías que facilitarán su reutilización. “La aplicación EDGE ayuda a identificar las formas más rentables de reducir la intensidad de recursos de un edificio. El sistema de certificación reconocido internacionalmente hace que sea rápido y fácil verificar la eficiencia en los recursos de un proyecto”, comentó Joel Sánchez, líder en México de la certificadora Green Building.
En el marco de la Estrategia de Sostenibilidad 2025, el complejo industrial, ubicado en una zona estratégica del Estado de México, adoptó desde su diseño y construcción, infraestructura y tecnología sostenible lo que permite procesos industriales más limpios, seguros y racionales para el ambiente.