Ximena Paul, CEO Nala
Para nadie es un misterio que el escenario global ha traído consecuencias profundas en distintas economías mundiales, considerando la incertidumbre producida por la pandemia del Covid y el incierto escenario económico que se avecina (o el que ya llegó).
Esto ha motivado que los ajustes de personal en las empresas se hayan transformado en una constante. Por esta razón, en tiempos de ajustes como los que vivimos, los líderes tienen que tomar decisiones rápidas, de alto impacto, y por lo general, con muy poca información sobre quiénes se quedan y quienes se van. Por lo mismo, a la hora de tomar este tipo de decisiones, manejar data es clave.
¿En qué y en quién enfocarse antes, durante y después de hacer dichos ajustes para tomar las decisiones adecuadas, respecto a las personas que se quedan en una compañía?
Considerando que una decisión de esta naturaleza nunca es fácil -es doloroso para quien la toma como también para quién se va-, la clave es que los líderes de las organizaciones, deben decidir en “tres tiempos” los reajustes: antes, durante y después.
Siempre será un error pensar que lo más importante del proceso es el antes y el decidir quién se va, porque esto solo traerá un espiral de nuevos recortes.
Por lo mismo, es fundamental incorporar en la ecuación a quiénes son críticos en la obtención del éxito de la organización, considerando que serán estas personas las responsables del futuro de la compañía, y ese talento, justamente, es el que hay que proteger en tiempos complejos.
Ahora bien, el proceso debe basarse en una estrategia de negocio que no solo esté relacionada directamente a la performance de los colaboradores. Probablemente, hay áreas que dejen de existir o cargos que deben ser optimizados, y estas decisiones son en función a una nueva estructura que permita llegar a las metas optimizando el uso de recursos.
Si los despidos ocurren solo por performance, pero la meta de la empresa aún necesita de esas funciones para alcanzarse, la empresa se verá obligada a recontratar estos cargos.
En conclusión, salidas por performance para que la empresa sea más productiva deben ocurrir siempre, pero si se necesita hacer un ajuste de gastos, primero debe ser pensado en función de una nueva estructura que permita llegar a las metas siendo más ligera.
Para salir de la crisis, lo que importa es que quienes se queden estén “onboard” con la nueva estrategia, considerando que estos cambios suelen generar inestabilidad e incertidumbre. Será un imperativo que los liderazgos comuniquen a quienes se quedan las razones del recorte, y enfaticen en que la gente que se queda serán los llamados a lograr que a la compañía le vaya mejor.
En síntesis, enfocarse en el durante y después del proceso de ajuste de personal, es la clave del éxito para cualquier compañía, más aún, considerando que retener a los buenos talentos, es hoy, una tarea primordial.