Mauricio Ortíz, gerente de la división de centros comerciales de Falabella Inmobiliario
Estamos pasando por un complejo entorno de polarización, e incertidumbre; que ha provocado que los grupos de interés – y en especial la ciudadanía – tengan expectativas crecientes sobre el rol que deben tener las empresas en los asuntos que son más relevantes para la sociedad. De hecho, de acuerdo al Estudio de Reputación Corporativa (ERC® 2021) – de Ipsos e INC Consultores – el 76% de los chilenos espera que las organizaciones sean más activas frente a temas de carácter social.
Por ende, hay un llamado de las personas muy claro; del cual como líderes corporativos debemos hacernos cargo, independiente del rubro al cual pertenezcamos. Y el primer paso es sentarnos a escuchar al consumidor/ciudadano, identificar qué espera de un sector en particular, para luego identificar cuáles son los activos con los que se cuenta y potenciarlos, y por el contrario analizar las brechas para trabajarlas alineadas con estos asuntos relevantes.
Recientemente, como gremio de centros comerciales lanzamos Comunidad Activa; un proceso participativo que tiene como objetivo recoger precisamente estás temáticas claves para las comunidades a nivel nacional, como parte de nuestro compromiso de generar un impacto positivo en los entornos en los que cada uno de nosotros está presente, aportando en la calidad de vida de la ciudadanía y al desarrollo del país.
En este proceso participativo, los protagonistas son las mismas personas tanto a través de actividades presenciales como online – comunidad-activa.cl –; lo cual permitirá identificar los intereses ciudadanos respecto de los centros comerciales en materia medioambiental, comunitaria, económica local, de seguridad, y laboral.
Esta integración de la visión y preocupaciones ciudadanas en la toma de decisiones del sector privado, es clave para asegurar que obtenga su licencia social para operar; lo cual en el Chile de hoy no se da si no se genera valor agregado y diferenciación, desde este triple impacto que esperan las personas (generación de utilidades, productos y servicios de calidad, y aporte en la calidad de vida de las personas). Y esto, se traduce en empresas y sectores reputados, un activo clave que debe gestionarse en el tiempo siempre con escucha activa de los stakeholders.
Y es interesante reflexionar cómo han ido evolucionando por ejemplo los centros comerciales en este sentido; pasando de una oferta de consumo y entretención, a un espacio que facilita el día a día de las personas con una serie de servicios, hasta lo ciudadano que busca ser un protagonista en el desarrollo de las comunidades en las que está inserto.
De hecho, como Open Plaza hemos realizado una serie de actividades que tangibilizan nuestros compromiso con los emprendimientos de diferentes localidades del país, tanto a través de ferias que les permiten mostrar sus productos, como potenciando el cuidado del medioambiente, con espacios de cowork y capacitaciones que los ayudan en su desarrollo. En lo personal, esto es algo que me genera mucho orgullo, ya que cuando uno conversa con quien está detrás de este emprendimiento; ve historias de esfuerzo, de renovación, de unión del grupo familiar tras un mismo objetivo, y las ganas de salir adelante en los peores momentos. Y ser parte de eso, es algo que debiese ser prioritario para todo el sector privado.
Además, tenemos Espacio Vértice, que nace precisamente de entender las necesidades de nuestros vecinos e ir más allá de la experiencia de la compra; y proveer y promover espacios públicos para fomentar y mejorar las condiciones de nuestras comunidades aledañas. Espacios, que tuvieron mayor protagonismo con las necesidades que se acrecentaron con la pandemia y la falta de espacio en los hogares chilenos.
¿Cuál será el rol social de los centros comerciales en el futuro? Una pregunta que debemos hacernos para reflexionar en cómo integrarnos más en el desarrollo del país; en un entorno dinámico, que hace difícil proyectarse si no es desde una flexibilidad en la toma de decisiones, más allá del quehacer comercial.
Claramente la sostenibilidad – cuidado del medioambiente, inclusión, diversidad, contribuir en la calidad de vida de las comunidad, cómo nos relacionamos responsablemente con los proveedores –; y la parte de colaboradores – equilibrio entre la casa y el trabajo, retención de talentos – , son capitales claves para las personas, que debemos considerar al momento de planificar cuál será nuestro estado deseado en el mediano plazo.
Finalmente, debemos promover las empresas con propósito – o el cuarto sector de la economía – desde este impacto positivo y compromiso con mejorar la calidad de vida de las personas, el planeta, y la economía. Esta es ‘la forma’ de hacer las cosas que está liderando el cambio de modelo – desde una ciudadanía cada vez más exigente respecto del rol de las instituciones – al cual debemos adaptarnos con rapidez, siendo rentables y contribuyendo al bien común. Y estoy seguro de que Comunidad Activa será un excelente kick off para que los centros comerciales sean parte clave de este cambio.