Investigador de la Facultad de Ciencias UCSC participó en una expedición oceanográfica realizada desde Caldera hasta Isla de Pascua, donde se investigó el impacto y presencia de la basura plástica, con énfasis en los microplásticos.
Entre el 13 de junio y el 14 de julio pasado, el Dr. Juan Placencia, académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), estuvo a bordo del buque científico AGS61 Cabo de Hornos, en el marco del proyecto CIMAR 26 Islas Oceánicas, financiado por el Comité Oceanográfico Nacional (CONA), entidad de la Armada de Chile encargada de asesorar y coordinar a las instituciones nacionales en las investigaciones marinas.
“Plásticos flotantes en el giro subtropical del Pacífico Sur: abundancia, distribución, temporalidad y consecuencias en la biota marina”, es el título del proyecto, el que consideró 41 estaciones oceanográficas. Además del Dr. Placencia como investigador principal, participan como coinvestigadores el Dr. Iván Hinojosa (UCSC) y el Dr. Martin Thiel (UCN).
Una realidad preocupante
Más de 360 millones de toneladas de plásticos desechables fueron producidas durante las últimas décadas. Este es el contexto del proyecto, donde además se evidencia un significativo incremento en la concentración de plásticos flotantes en el centro de los océanos Atlántico y Pacífico Norte, situación que debería ser similar en el Pacífico Sur.
La expedición partió desde Valparaíso, luego navegaron hasta Caldera y continuaron en dirección hacia Isla de Pascua, un trayecto que abarcó alrededor de 10.000 km en 32 días. “El proyecto busca estudiar los plásticos flotantes en el giro subtropical del Pacífico Sur. La idea es observar la abundancia, cómo se distribuyen y cómo ha cambiado su concentración en el tiempo”, explicó el Dr. Juan Placencia sobre el objetivo del proyecto.
Preliminarmente, a través de la observación directa a bordo del crucero, se esperaba encontrar islas o parches de basura flotante. Sin embargo, no se observó gran presencia de basura en el trayecto, lo que es positivo. “Encontramos algunas piezas de basura plástica, como redes flotantes y trozos de plásticos, pero no se observó de forma regular ni tampoco en un lugar en específico”, comentó respecto a lo que se observó durante la expedición y que ahora será cuantificado.
Sin embargo, otro de los factores que abordó el proyecto fue la presencia de microplásticos. Para ello, se utilizaron redes epineustonicas en todas las estaciones oceanográficas. “Con esto, recolectamos material que está flotando en la superficie. En estas muestras, se encontró microplásticos. Ahora las analizaremos con mayor detalle, queremos separar por tamaño y formas, además de color. Luego determinaremos qué tipo de plástico es”, explicó.
El microplástico se define como partículas sólidas o polimétricas, que tienen una forma regular o irregular, pero de un tamaño menor a 5 milímetros. Pueden ser de origen primario, que es el producido para una cierta función y se encuentran en productos que se utilizan a diario como pasta de dientes o cremas exfoliantes. También están los de origen secundario, los cuales son el resultado de la destrucción de elementos plásticos más grandes que llegan al océano y que son expuestos a la intemperie.
Una de las motivaciones del estudio fue además evidenciar si los insumos producto de la
pandemia, tales como mascarillas o guantes, serían encontrados durante la expedición, sin
embargo no se observó presencia significativa.
El estudio contó con la colaboración de la ONG Plastic Oceans, quienes facilitaron una de las redes utilizadas en la expedición. La idea de esta colaboración es potenciar con información científica la labor de la organización dedicada a la educación, defensa, activismo y ciencia respecto a la concientización del uso del plástico en el mundo. Cabe señalar que ahora, se realizarán los análisis de laboratorio, los cuales se llevarán a cabo en gran parte en la Facultad de Ciencias UCSC.
“El proyecto propone evidenciar el aumento de la contaminación por basura plástica en el océano Pacifico Sur, como potencial riesgo ambiental sobre el ecosistema marino de las islas oceánicas. Estudiar la basura plástica en los océanos, permite evidenciar la magnitud de un problema ambiental de características globales”, finalizó el Dr. Placencia.