Paul de La Taille, Gerente de Personas y Fiscalía Empresas Iansa
Hace poco tiempo atrás, vivimos como empresa nuestro primer voluntariado corporativo. Un grupo de colaboradores y amigos de la marca, partimos, pala en mano, a reforestar el Parque Metropolitano con árboles nativos, junto a la Fundación Reforestemos.
Lo que resultó de esa experiencia, sólo nos trajo beneficios. Por un lado, se abren instancias de diálogo y de compartir – el que se ha ido retomando poco a poco, después del escenario de confinamiento que hemos vivido. El encuentro se produce en un entorno natural (un parque), en el que cada uno contribuye a una causa común, el de estar aportando a hacer de este un mundo más sostenible.
Hacer este tipo de actividades, además, genera identidad y valor compartido, logrando que las personas se comprometan y proyecten de manera colectiva el compromiso corporativo con la sociedad. Como señalan Porter y Kramer, el valor compartido se enfoca en identificar y expandir las conexiones entre el progreso económico y el social. De esta manera, la generación de valor económico empresarial está relacionada y depende de la creación de valor para la sociedad.
Un voluntariado debe ser coherente y consistente con lo que declara la compañía en su propósito. Empresas Iansa tiene claro el suyo: “Alimentar a Chile y al Mundo con lo mejor de Nuestra Tierra”, alineando todas sus acciones a lograr este fin. Más allá de los beneficios evidentes que genera la acción de plantar árboles para contribuir al medioambiente, me parece simbólico que los colaboradores trabajen con sus propias manos la tierra.
Me atrevo a decir que lo anterior crea un sentido de pertenencia entre nuestras personas, las que refuerzan el orgullo de trabajar en una empresa que promociona este tipo de actividades, en las que el amor por la tierra que nos ha caracterizado por más de 68 años, la solidaridad y la conciencia ambiental se hacen visibles.
Finalmente, sólo quiero reforzar que las empresas debemos generar estas instancias de encuentro entre los trabajadores. Es imperioso que las gerencias de recursos humanos faciliten este tipo de iniciativas. Las ganancias para el clima laboral, para generar compromiso y orgullo son innumerables. Como dicen por ahí, una acción vale más que mil palabras para aportar al desarrollo sostenible de las corporaciones y de la sociedad en general.