Para la operación del VLT y ELT de ESO se dejarán de emitir 1700 toneladas de CO2 al año.
Tras nueve meses de trabajos, ESO y Grupo Saesa inauguraron la planta fotovoltaica Paranal- Armazones, complejo que suministrará energía renovable al Observatorio Paranal de ESO, y en un futuro cercano, a la construcción y operación del Extremely Large Telescope (ELT de ESO), el telescopio óptico más grande del mundo.
Tras su inauguración, la planta se convirtió en el mayor complejo solar en Chile suministrando energía renovable a un observatorio astronómico. Sus 18 565 paneles, distribuidos en 7,2 hectáreas de terreno, cosecharán nueve megavatios. Esto permitirá cubrir el 100% de la energía necesaria para operar las instalaciones de ESO, como el Very Large Telescope o el ELT, durante el día, período donde se produce la mayor demanda energética por los sistemas de enfriamiento de los telescopios.
“¡Este hito es un sueño que se hace realidad! Hoy estamos cerrando un esfuerzo que comenzó hace más de diez años, cuando el Ministerio de Energía de Chile junto con la Comisión Nacional de Energía se comprometieron a ayudar a ESO a buscar las mejores opciones disponibles para generar y suministrar energía limpia al telescopio más grande del mundo”, dijo Roberto Tamai, director del Programa ELT, durante la inauguración de la planta que reunió a autoridades con miembros de Grupo Saesa y ESO.
“Estamos muy contentos de ampliar nuestra presencia en Antofagasta, suministrando de energía renovable al ELT de ESO y, a la vez, inyectando energía limpia al sistema. Desde hace años estamos entregando a las regiones del sur soluciones energéticas limpias, eficientes y confiables, por lo que ofrecerlas en el norte del país para nosotros es motivo de orgullo y motivación para seguir contribuyendo con la descontaminación de las ciudades y el mejoramiento de la calidad de vida de las personas. Al operar esta planta, que será muy importante para el desarrollo de la astronomía nacional, estamos aportando otro granito de arena para alcanzar la carbono neutralidad que se ha propuesto Chile”, dijo Francisco Alliende, gerente general de Grupo Saesa.
El consumo energético representa una de las mayores fuentes de emisión de CO2 de ESO. Sin embargo, se evitará la emisión de 1700 toneladas de CO2 por año gracias a esta nueva planta de energía de solar, que se encuentra a 130 km al sur de Antofagasta, y que es un componente clave del plan estratégico de sustentabilidad de ESO.
“La inauguración de la planta fotovoltaica es un hito porque une y potencia actividades del Chile que queremos: ciencia, astronomía y energías limpias. Desde el Desierto de Atacama conoceremos los orígenes de nuestro universo, impulsando la acción climática para enfrentar el desafío del cambio climático,” dijo Maisa Rojas, ministra del Medio Ambiente de Chile.
Esta nueva planta también aportará energía solar al país. Gracias a la subestación eléctrica Armazones y sus respectivas líneas de transmisión, toda la energía que no se utilice en las operaciones científicas será inyectada al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) de Chile.
“La infraestructura científica tiene que estar al servicio de la sociedad. Esto también implica asumir de manera activa los desafíos actuales en materias de sustentabilidad. Esta planta, nos acerca un paso más al desarrollo de ciencia de manera coherente con el medioambiente,” dijo Luis Chavarría, representante de ESO en Chile, durante la ceremonia.
“Estamos muy agradecidos del compromiso de ESO con la región, el cual queda reflejado con el cambio en su matriz energética a una 100% limpia y renovable. Proyectos como estos se alinean con los objetivo del Gobierno Ecologista del Presidente Gabriel Boric, y de la Ley Marco Cambio Climático. Por este motivo, es destacable la planta que suministrará energía al Observatorio, pues contribuye a nuestra meta país de ser carbono neutral al 2050,” dijo Dafne Pino, secretaria regional ministerial de Energía de Antofagasta.
El complejo fotovoltaico cuenta con tecnología de punta para recolectar eficientemente los fotones emitidos por el Sol. Tiene paneles bifaciales capaces de generar electricidad a partir de la iluminación solar directa y de la luz reflejada por el suelo del Desierto de Atacama. Además, los paneles se instalaron de tal manera que pueden rotar automáticamente para seguir el movimiento aparente del Sol en el cielo. Esto optimiza la generación de energía hasta los últimos segundos del día.
La propiedad y operación de la planta, la subestación y las líneas de transmisión son del Grupo Saesa. ESO proporcionó el uso de la tierra, junto con el apoyo administrativo y legal para concretar el proyecto.