Diego Tala, Director de Laborum
La diversidad, equidad e inclusión constituyen hoy en día divisas fundamentales en el mundo laboral, no solo para los reportes de responsabilidad social corporativa, sino que también para los talentos que califican en función de ello, lo que responde a una nueva realidad de la que debemos hacernos cargo. Y, ciertamente, en Chile nos falta muchísimo por recorrer.
En el contexto del mes del orgullo LGTBQA+, es importante recordar que, dentro de Latinoamérica, nuestro país lidera los casos de violencia física y hostigamiento psicológico a trabajadores trans y no binarios, según un estudio impulsado por Laborum en 2021. Según esta misma investigación, un 72% de los chilenos reconoce haber recibido comentarios inadecuados acerca de su identidad de género o vestimenta en el trabajo.
¿Cómo revertir esta realidad? Impulsar la aplicación de un currículum ciego, por ejemplo, es un buen punto de partida para las empresas, ya que permite a los reclutadores evaluar el perfil de los postulantes en base a sus competencias profesionales o su experiencia y no por su género, la edad o nacionalidad, criterios que muchas veces están llenos de prejuicios a la hora de seleccionar a los candidatos.
Para avanzar como país en este tema, es clave incluir políticas que apunten a una mayor diversidad en los equipos de trabajo, donde el foco sea el talento de las personas. Solo así podremos generar los cambios necesarios en la cultura de las organizaciones, que nos permitan poner el valor profesional, por sobre cualquier condición humana.
