Las TECHmeets, organizadas por la Escuela Superior de Ingeniería, Ciencia y Tecnología (ESICT) de la Universidad Internacional de Valencia-VIU, celebró su tercera jornada, dedicada a cómo la tecnología aplicada al medioambiente está contribuyendo a frenar el cambio climático.
La jornada, realizada vía online, contó con la participación de Mario Picazo, experto en Cambio Climático y Medioambiente; Alejandro Carbonell Martínez Cofounder & CEO de Green Urban Data; Daniel Jato Espino, Investigador Senior y experto en Ingeniería Medioambiental; Laura Ibáñez Gallén, experta en Desarrollo Sostenible y Sostenibilidad Corporativa y Eduardo Collado Fernández, experto en el sector eléctrico y expresidente de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF). Mónica Valle, periodista y comunicadora especializada en ciberseguridad, tecnología e innovación, ejerció de presentadora, y el Dr. Néstor Sánchez, director de la Escuela Superior de Ingeniería, Ciencia y Tecnología realizó la apertura y presentación del acto.
La tecnología verde y su papel en el combate del cambio climático fue la primera ponencia que tuvo de protagonista a Mario Picazo, físico, doctor en Geografía y Ciencias de la Atmósfera y experto en cambio climático y medioambiente. Picazo comenzó su ponencia planteando un problema fundamental “Somos muchos, vamos a ser muchos más. Y eso, demanda energía. Y esa energía hay que generarla de alguna forma, pero no podemos generarla como lo hemos hecho hasta ahora. Tenemos que cambiar el modelo energético de este planeta.” En este sentido señaló que considera que la solución pasa por “Las energías renovables, como la eólica, la solar, el hidrógeno verde, los vehículos eléctricos, edificios eficientes, infraestructura verde o la geoingeniería, es decir, proyectos que implican cambiar el clima de forma artificial”.
A continuación, fue el turno de Alejandro Carbonell Martínez, arquitecto, experto en innovación tecnológica y cofundador de la startup de Big Data ambiental Green Urban Data. La ponencia de Carbonell se centró en la Inteligencia Ambiental para Ciudades Saludables. Comenzó explicando que a través de la monitorización realizada por su empresa “evidenciamos que, gracias a las zonas verdes, las temperaturas pueden reducirse, hasta 2 grados de temperatura. Pero al mismo tiempo teníamos que evaluar qué impacto tenía a su alrededor: cuántos metros se veían impactados y cuánta población era beneficiada. Era la primera vez que se ponía a las personas en esa posición.” A partir de ahí, la investigación los llevó a identificar otro valor: los servicios ecosistémicos “La vegetación como activo capaz de absorber CO2, de eliminar ruido, de beneficiar nuestra salud mental… de manera que cuanto mejor mantenimiento tengamos de esa infraestructura verde, mejores ciudades crearemos. Y ahí es donde hemos seguido trabajando.” El principal valor de esta tecnología, explicó es que “permite que los técnicos y/o tomadores de decisiones pueden empezar a cuantificar, a comparar, a establecer prioridades y a ser más eficientes. Esta tecnología también permite empoderar a la ciudadanía con información.” Finalmente, orientando la mirada hacia el futuro, Carbonell reflexionó “El cambio climático es una realidad y tendrá sus consecuencias. La tecnología nos ayuda a tener información y adelantarnos a todo lo que va ocurriendo.”
El siguiente fue el Dr. Daniel Jato Espino, Investigador Sénior de VIU, docente en el Máster Universitario en Ingeniería y Gestión Ambiental de la Universidad y experto en Ingeniería Medioambiental. Su ponencia trató sobre los avances tecnológicos en la Infraestructura verde. El Dr. Jato explicó que “se están desarrollando iniciativas basadas en infraestructura verde. Esta implementación debe apoyarse, para que sea efectiva y exitosa, en el uso de tecnologías, en concreto, en tecnologías de la información geográfica e inteligencia artificial.” Para ilustrar de forma clara el impacto positivo que la infraestructura verde puede tener, detalló varios ejemplos en que el uso de sistemas de información geográfica y machine learning, han sido capaz de definir estrategias de infraestructura verde, para combatir temas como la despoblación, la gestión de inundaciones y la salud mental.
Finalmente llegó el turno de la mesa redonda, en la que participaron Laura Ibáñez Gallén, Eduardo Collado Fernández y el Dr. Daniel Jato Espino. El tema sobre el que se articuló el debate fueron las estrategias de producción limpia, energías renovables y desarrollo sostenible.
Ibáñez Gallén señaló que “Las empresas están destinando parte de su presupuesto en implementar sistemas de gestión medioambiental, no solo porque lo necesitan para sobrevivir, sino porque cada vez estamos teniendo más demanda de la sociedad.” Además, añadió que esta inversión “Supone un desembolso inicial importante para las empresas, pero hay que pensar en términos de viabilidad y rentabilidad en el largo plazo.”
Por su parte, el Dr. Jato Espino, aportó su visión respecto al tema económico asociado a la transición energética señalando que “Es cierto que a veces puede ser un quebradero de cabeza balancear el aspecto económico y medioambiental. Pero existen algunos mecanismos que lo pueden facilitar: la economía circular. O la hibridación entre las energías renovables y soluciones medioambientales basadas en la naturaleza.”
Eduardo Collado, desde su expertise, abordó las ventajas que ofrecen las energías renovables, señalando que “La predictibilidad para una entidad financiera de si una empresa sigue para delante o no, va a depender también de cómo actúe a nivel energético. Hacer hoy día instalaciones de energía renovable, aparte de contribuir a la sostenibilidad, va a ser un punto totalmente bancable de cara a pedir determinadas inversiones. Una vez hecha la inversión inicial, dejas de estar expuesto a las subidas de los combustibles.”
Sin duda, el cambio climático está marcando las líneas de trabajo de los próximos años y eso estará marcado por un incremento de la demanda de perfiles con formación en medioambiente.