Zoë Fleming, Profesora Investigadora, Centro de Investigación en Tecnologías para la Sociedad (C+), Facultad de Ingeniería, Universidad del Desarrollo y Centro de la Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2
Chile es un país largo y diverso, ya sea en términos climáticos, de vegetación o su omnipresente montaña y mar. Su ecosistema es una maravilla, en donde se puede encontrar una gran diversidad de geografías y climas diferentes que componen el país. Sin embargo, en términos de investigación de su medioambiente, de las amenazas y riesgos que la contaminación puede causar, aún está en pañales.
Algunas redes de monitoreo de calidad de aire y programas de fiscalización del agua o suelo pueden servir para revisar en qué condiciones está el aire que respiramos o las aguas que recorren nuestros ríos, lagos e incluso el agua potable, pero lamentablemente estos instrumentos son muy costosos para tenerlos de manera constante a lo largo de todo Chile.
Es por esto, que el uso de sensores de bajo costo para medir en lugares remotos y estratégicos es muy importante, ya que implica tener un acceso constante a los niveles de calidad de aire, agua y suelo y de esta manera detectar el grado de contaminación que existe en una comunidad o ciudad específica, gracias a los avances de la tecnología que permiten recibir la información por vía remota.
Este domingo 5 de junio es el Día del Medio Ambiente, fecha para concientizar sobre el cuidado de nuestro planeta y la importancia del cambio climático, por lo que, qué mejor fecha para aprovechar de reconocer la importancia del uso de estos instrumentos a nivel nacional para así poder saber qué es lo que está pasando en Chile, empezar el diálogo y crear soluciones para dichos problemas.