Vilma Pérez, Líder de Sostenibilidad, Arcadis Chile
La industria en Chile de hidrógeno verde (H2V) podría alcanzar el tamaño de la actual gran minería del cobre en menos de 20 años, generando capacitación y empleos locales verdes, junto a un combustible limpio para las comunidades anfitrionas y la industria nacional.
Para materializar sus beneficios es necesario planificar anticipadamente con el objeto de aprovechar las oportunidades y eliminar, reducir o mitigar los impactos y riesgos socio ambientales. Que el hidrógeno verde sea clave en la descarbonización de la matriz energética y una poderosa vía para frenar el cambio climático, no es suficiente por sí solos para asegurar el éxito y el valor compartido.
Si bien la regulación y gestión ambiental en el país se ha fortalecido, la planificación socio ambiental estratégica de la producción, distribución nacional y exportación del H2V y sus derivados, demandará visiones y planes de acción más integrales y una participación multi actor permanente en cada una de las tres macrozonas definidas por la Estrategia Nacional.
Asimismo, las empresas que liderarán este proceso deberán desafiarse a actuar con el mayor sentido de responsabilidad y visión de futuro, poniendo énfasis en las etapas iniciales.
La planificación socio ambiental temprana será clave para que la industria chilena del H2V se convierta en líder mundial.
Cuatro ejes serán determinantes: anticipar proactivamente los beneficios, riesgos e impactos socioambientales; definir formas de trabajo participativas y multi actor, con énfasis en las visiones locales y los intereses de las comunidades anfitrionas; contar con canales oportunos y transparentes de comunicación; y aplicar los aprendizajes de otras industrias a nivel local y de iniciativas similares en otras partes del mundo. De esto dependerá cuán exitosos podamos ser en este esperanzador objetivo país.