Empoderar a las mujeres y disidencias que andan en ciclos (bicicleta, patín, skate y scooter) y volver el espacio público un lugar seguro para ellas es el objetivo de CicloSororas.
Sin duda, la pandemia colaboró a que cifras de viajes realizado en bicicleta aumentaran de manera considerable. En un estudio del 2021 realizado por Automóvil Club de Chile se demuestra que un 23% de las personas están eligiendo la bicicleta por efecto de la crisis sanitaria. Sin embargo, este incremento conlleva más responsabilidad, y no solo en el sentido del aumento de los accidentes de tránsito en los que están involucradas las bicicletas, sino que también en temas de igualdad de género.
CicloSororas como solución para el acoso callejero en el contexto del uso de ciclos
Según Jael Moraga, fundadora de CicloSororas, el acoso callejero en el contexto de dicho medio de transporte aumentó. Como cada vez son más las mujeres que buscan empoderarse y ser parte activa de la vía pública a través de la bicicleta, cada vez son más los testimonios de acoso recibido por ellas.
Por eso, nació CicloSororas, una agrupación que busca empoderar a las mujeres y disidencias que tienen en común el uso de ciclos- principalmente la bicicleta y los patines- y generar un ambiente más seguro para estas.
“Éramos un grupo de mujeres y disidencias que andábamos solas en bicicleta, íbamos a cicletadas de distintas agrupaciones territoriales, pero andábamos solas y fuimos conociendo más mujeres en estas actividades que sufrían los mismos temores que nosotras, de tener miedo de andar en la calle sola, sobre todo en las noches o el acoso en las mismas cicletadas, incluso tolerar las faltas de respeto en grupos mixtos de whatsapp por la cultura machista que nos rodea” contextualizó Jael Moraga.
“Entonces decidimos crear la agrupación con la visión de empoderar a cada una de nuestras integrantes y que tuviera un espacio seguro para compartir y preguntar sobre las distintas necesidades. Incluso se convirtió en un grupo de apoyo transversal, más allá de la bicicleta, en momentos de full pandemia con la crisis de la salud mental que nos tocó vivir hubo mucho apoyo”, explicó Jael Moraga.
Machismo en la ciclovía
Según asegura Moraga, además de las múltiples víctimas de acoso en el contexto de los ciclos, el machismo se evidenciaba ya que “éramos vistas en menos por no tener tanta experiencia o dominio de nuestros ciclos como los hombres”.
Por eso, aparte de consolidarse como un lugar seguro para mujeres y disidencias, CicloSororas se estableció como un espacio educativo para sus integrantes. “Nos educamos sobre su uso y sobre la convivencia vial, creemos que eso es fundamental para buscar el empoderamiento de las personas y los territorios: generar educación y conciencia en donde nos desenvolvemos”, agregó Moraga.
 y volver el espacio público un lugar seguro para ellas.){kind=link}