Paola Nimo, Gerente de Sustentabilidad de Natura
El pasado domingo 15 de mayo, Chile adelantó su sobregiro ecológico dos días antes que el año 2021 y se posicionó por tercer año consecutivo como el primer país de América Latina en sobrepasar sus límites ambientales, según mediciones entregadas por la Red Global de la Huella Ecológica.
¿Por qué nos debiera preocupar esta noticia? Porque nuestra demanda por recursos y servicios de la naturaleza a nivel nacional ha sobrepasado lo que la tierra es capaz de regenerar en el período de un año. Un escenario de tales características podría ser visto como una oportunidad para que todos los sectores, privado, público y sociedad civil, de manera colaborativa tomen acciones urgentes y concretas que permitan generar un cambio para que el planeta sea habitable para las nuevas generaciones.
En el marco del Mes del Reciclaje, la invitación es a pasar de la reflexión a la acción y a ser parte de un movimiento transformador para proteger nuestros recursos naturales, apoyándonos en el reciclaje y la gestión de residuos para ahorrar materias primas y energía, además de disminuir la presión sobre los rellenos sanitarios, aumentando su vida útil. Esto, también, permite aminorar el impacto del cambio climático, reducir emisiones de CO2 y la contaminación de los océanos.
En ese sentido, son muy relevantes los avances logrados en Chile a seis años de la puesta en marcha de la Ley REP. Mediante esta política pública se institucionaliza el reciclaje desde la base hacia arriba, en la cual todos se involucran activamente en la reducción, reciclaje y reutilización de desechos. Con esto, se instaura un Reciclaje con R de Responsabilidad en mayúsculas. Reciclar ya no es solo una opción, es una obligación legal, ética y profundamente social, dado que los impactos de la contaminación afectan en mayor medida a los sectores más vulnerables de la población.
Producto de la crisis climática, las empresas deben instalar una visión de sustentabilidad en la que se establezcan compromisos y acciones concretas que atiendan algunos de los problemas más urgentes y prioritarios para la ciudadanía a fin de resguardar el medioambiente, garantizar la inclusión, abrazar la circularidad y la regeneración.
Ser sustentables se trata de uno de los enfoques más oportunos e importantes que pueden adoptar las empresas en la actualidad, junto con comprender nuestra obligación de acelerar el ritmo del cambio.
Con conciencia, colaboración y creatividad, las iniciativas para ayudar a disminuir el sobregiro ecológico -a diferencia de la Tierra- son inagotables.
