Cada vez es más usual recibir información sobre la importancia del cuidado del medio ambiente y la responsabilidad de la extracción de sus recursos. Uno de ellos es la pesca, que se ha visto sobreexplotada en diversos países del mundo a raíz de la pesca industrial. Sin embargo, para contrarrestar esa realidad, es que la pesca sustentable ha tomado mayor protagonismo en el último tiempo, ya que se preocupa de mantener un equilibrio en la población de las especies marinas. De hecho, cada vez son más los restaurantes y supermercados que se suman a esta cruzada.
Una de las zonas en Chile que lleva más tiempo aplicando la pesca sustentable es la Isla de Juan Fernández, donde se han creado zonas marinas protegidas que han potenciado la pesca artesanal no industrial. “El mar de Juan Fernández es el área marina protegida más grande de Latinoamérica y una de las más grandes a nivel mundial”, asevera Juan Torres, co-fundador junto a Rocío Lafuente de RobinFood, empresa que comercializa los productos de la Isla Robinson Crusoe en todo el resto del país.
Una de las principales exigencias que se aplican en la Isla, es que las especies marinas se reproduzcan entre 5 ó 7 veces antes de ser consideradas para su comercialización. “Las especies marinas deben tener una medida mínima para ser seleccionadas, de lo contrario se devuelven al mar. Por ejemplo, la langosta debe medir 115 mm de encéfalo tórax (desde la base de la antena hasta la base de la cola), los peces 15 cm, si no cumplen, deben ser liberados. Lo mismo sucede si se encuentran hembras con huevos en el caso de las langostas y cangrejos”, explica Rocío Lafuente.
Pero eso no es todo, ya que para asegurar que los productos que se están comercializando cumplen con lo anteriormente señalado, los fundadores de RobinFood, deben agregar un código QR a sus etiquetas con la información de trazabilidad. “Todos los productos con Denominación de Origen controlada deben comunicar a sus consumidores la ficha de la especie, método de pesca, origen, etc. De esta forma las personas saben que están realizando una compra responsable, en la que están prefiriendo prácticas que cuidan las especies marinas”, explica Torres. Y agrega: “La pesca artesanal no utiliza ningún tipo de químicos, ni pellet, ni tóxicos, lo que los hace libres de contaminantes”.
