Isabel Aguirre, Impact Manager de Wheel the World: “Buscamos hacer el mundo más accesible e inclusivo para personas con movilidad reducida”

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Antonia Carrillo
Antonia Carrillohttps://www.diariosustentable.com/
Antonia Carrillo. Periodista de la universidad Diego Portales. Me gusta andar en bicicleta y hacer yoga. Creo que la sustentabilidad es lo más importante para mejorar el sistema y el planeta. Por eso estudié periodismo: para dedicarme por completo a visibilizar las acciones necesarias para crear un mundo mejor y sustentable. En periodismo encontré la posibilidad de expresarme, de expandir mi visión sobre el tema que más me importa, el medio ambiente.
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Isabel “Polli” Aguirre es una mujer con paraplejia que forma parte de Wheel the World, empresa que busca hacer el mundo más accesible e inclusivo para personas con movilidad reducida.

Conversamos con Isabel Aguirre, quien en 2001 tuvo un accidente que la dejó parapléjica, sin embargo, eso no la desmotivó para seguir haciendo deporte. En 2018, y con el objetivo de ayudar a personas en situación de discapacidad, se unió a Wheel the World como impact manager. Este año, Aguirre buscará lograr un récord Guinnes en el volcán Michimahuida, camino al glaciar de la zona.

Wheel the World es una empresa dedicada, principalmente, a habilitar destinos turísticos y deportivos para personas en situación de discapacidad. Este nació en 2016, luego de que un grupo de amigos recorriera Torres del Paine, incluyendo a Álvaro Silberstein, quien tiene una tetraplejia.

¿Qué es Wheel the World?

Wheel the World es una empresa que busca hacer el mundo accesible. Nace por un viaje de amigos que querían ir a recorrer las Torres del Paine. Dentro de esos amigos estaba Álvaro Silberstein, que es uno de los fundadores. Él tiene una tetraplejia y anda en silla de ruedas. Cuando parten organizando este viaje, empezaron a ver cómo lo podían hacer para recorrer la W, para tener un viaje cómodo para Álvaro, accesible. Partieron investigando, vieron con qué operador lo iban a hacer, que tuviera conocimiento y encontraron una silla que se llama Joëlette, que es una silla de trekking. 

Finalmente logran realizar este tremendo viaje y hacer la W, que fue una hazaña súper grande y la historia se hizo viral, se difundió por distintas partes y mucha gente lo vio. Pasó que las personas partieron preguntando cómo podían replicar este viaje y es ahí donde Álvaro y Camilo, que son los cofundadores de Wheel the World, ven la necesidad que existía y deciden armar Wheel the World como un emprendimiento que pudiera ir habilitando distintos lugares en el mundo para que personas pudieran tener ese tipo de experiencias, al igual que lo habían hecho ellos. 

Después de Torres del Paine fuimos a otros destinos. Exploramos y dejamos un equipamiento en el destino, dependiendo del destino, de si era playa, montaña, etc. Además capacitamos a los operadores a los que les dejamos el equipo y después, si alguien nos decía que quería viajar a algún lugar, contactábamos al operador encargado, coordinábamos el viaje y le vendíamos el viaje a esa persona de esa manera, ya sabiendo que el operador iba a saber ayudarlo.

Además de eso, empezamos a mostrar que hay actividades accesibles que la gente puede bookear a través de nuestra página. 

Esto fue creciendo y nos dimos cuenta de que necesitábamos tener muchos más destinos en el mundo y, por eso, nace la necesidad de poder empezar a obtener destinos sin tener que hacer todo lo que hacíamos, ahí nace la posibilidad de que tengamos mapers, que es como el equivalente a los Shoppers de cornershop, o sea, son personas que nos ayudan a mapear y a levantar estos destinos en otras partes del mundo. Entonces empezamos a levantar con ellos mucha información de accesibilidad de cada uno de estos destinos y luego, la subimos a nuestra plataforma y si hoy en día entras a nuestra plataforma, es muy parecida a Booking, pero de accesibilidad. Entonces, vas a poder encontrar, si quieres buscar un alojamiento o lo que sea, ingresas y aparece su accesibilidad, si tiene rampa para entrar, las medidas de la puerta, etc. Entonces, dejamos en el consumidor la decisión de el hotel que elige acorde a la discapacidad que tiene, la hacemos una decisión informada. 

Por otra parte, nuestra plataforma, cuando una persona ingresa, hacemos que se registren como usuario y les pedimos la información del tipo de discapacidad que tienen para poder orientarlos en qué tipo de productos pueden ser más afines a sus necesidades. Hemos pasado a ser más una empresa de tecnología que como partimos. 

¿Qué proyectos tienen?

El año pasado hicimos un proyecto súper bonito en cinco destinos, desde la montaña, que hicimos algo de nieve, hasta playas de distintos sectores de Chile. Dejamos equipamiento y generamos accesibilidad dejando unas pasarelas de plástico reciclado en las playas para que la gente pueda ingresar, lo que es algo impensado. Entrar a la playa en una silla de ruedas es algo bastante difícil, entonces, hicimos ese proyecto donde generamos esa accesibilidad dejando equipamiento en cada destino. En la playa hacíamos actividades de surf y cosas así. Dejamos todo un producto que incluye actividad, accesibilidad y posibilidad de recorrer sin problemas el destino. 

Este año se vienen proyectos súper lindos de impacto. En ese contexto hicimos hace poco algo en Chamisero, con Columbia. Estuvimos haciendo un trekking en el parque Outlet de Chamisero y dejamos una silla para que el día de mañana las personas que quieran hacerlo puedan arrendarla y recorrer el parque. Eso va a ser lanzado en un tiempo más. 

Además, se hizo otro proyecto en alianza con una empresa coreana que tiene una tecnología de celular que permite que personas ciegas puedan ir mapeando el terreno, o sea, te va avisando con la cámara del celular, por ejemplo “acá hay una escultura” y va mostrando las cosas que hay en el recorrido. Se hizo un proyecto en Valparaíso, Santiago y en Puerto Varas, los que fueron invitaron a un grupo de personas con discapacidad visual a recorrer esta herramienta, la herramienta está en desarrollo, todavía la están probando para ir mejorando, así que eso también genera un tremendo impacto para personas con otros tipos de discapacidad, que no son solamente las físicas, así que es muy bonito.

Se vienen otros proyectos relacionados a actividades y a educación que vamos a estar haciendo algunas capacitaciones a tour operadores y a escuelas de niños que va a ser súper bonito y, a fin de año, vamos a tener un gran proyecto con Columbia: vamos a ir a la carretera Austral a hacer un recorrido épico desde Aysén hasta Hornopirén y vamos a recorrer Cerro Castillo, avivamientos cetáceos en Puerto Cisne, vamos a pasar por Futalefú y vamos, el penúltimo día, a hacer una subida épica al Volcán Michinmahuida, que va a ser un trekking súper emocionante y con hartos desafíos para poder llegar arriba, a la cima, que es donde está la lengua del glaciar Michinmahuida. Esa es la idea de poder realizar ese viaje y hacer un récord mundial logrando un hecho histórico. Vamos a estar trabajando todo el año para lo que se viene en esa fecha, va a estar increíble.

¿Qué significa Wheel the World para ti?

Para mí, Wheel the World ha sido algo súper importante en distintos aspectos de la vida, porque yo ando en silla de ruedas, tuve un accidente el 2001 que me dejó con una paraplejia y, desde ese entonces, he aprendido a hacer toda mi vida en silla de ruedas. Sin embargo, muchas veces me pasó que bookeaba un hotel a través de booking y veía que no me servía, era un tema lo de la accesibilidad. 

Cuando vi que Álvaro había hecho este emprendimiento dije que me encantaba lo que estaba haciendo, que le veía un sentido gigante, porque me he visto enfrentada a los problemas que tiene el turismo. Después de mi accidente, quise ayudar desde mi experiencia a otras personas. Me hizo todo el sentido y le dije a Álvaro que me encantaría ayudarlo en el proyecto, que estaba dispuesta a aprender. Ahí partí trabajando en Wheel the World y me ha cambiado la perspectiva de las cosas que uno puede llegar a hacer, a pesar de que yo hacía muchas cosas, ponte tú, el viaje que tuvimos a Machu Picchu para mí era impensado, siempre que miraba una foto decía “qué bacán ese lugar” y después decía, “no, mejor un lugar que sea más fácil”, y poder ver que se logró, que hicimos el Camino del Inca un día y pudimos llegar hasta arriba y ver Machu Picchu desde la puerta del sol fue emocionante, no paraba de llorar. 

Wheel the World, para mí, aparte de poder realizarme en ayudar a las personas, que es lo que quería hacer, me ha abierto muchas posibilidades de hacer cosas que tenía bloqueadas en mi mente fue súper bonito, y poder ayudar a otras personas que logren ese sueño que logré yo es realmente súper valorable, bonito y te llena el alma. Es súper bacán y sabemos que vamos a seguir impactando a personas y ayudando a que el mundo sea cada vez más accesible, es algo súper motivante para cualquier persona que trabaja buscando un sentido. 

¿Qué problemática resuelve Wheel the World?

El acceso de la información para tomar una decisión informada cuando uno quiere viajar, yo creo que eso es fundamental, como problemas súper grandes para la gente que tiene alguna discapacidad muchas veces deja de viajar porque no encuentra la información y el tema es que las personas que tenemos algún tipo de discapacidad somos igualmente activos, nos gusta viajar y nos gusta recorrer el mundo, no quedarnos en el hotel nomás, en el fondo es como hacer un viaje, de inicio a fin, sin romper la cadena de accesibilidad. Si algo, como el transporte, el alojamiento, o cualquiera de esas cosas falla, hace que la experiencia sea mala, entonces poder entregar toda la información para que una persona tenga la mejor experiencia posible y poder apoyarlos también es una problemática súper grande que se está resolviendo. 

¿Por qué es importante que existan proyectos como el Parque Outlife de Chamisero?

Yo creo que la importancia que tienen estos proyectos que realizamos desde la parte del impacto es poder, en primer lugar, generar accesibilidad en estos lugares que con nuestros proyectos, dejando equipamiento, pasarelas, o lo que sea. 

En segundo lugar, la educación que se genera con estos proyectos es importante. Hacemos talleres, convocamos a personas relacionadas al turismo, los concientizamos sobre la importancia del turismo accesible, de que la gente quiere viajar para que ellos también se preparen el día de mañana si es que llega alguien a viajar con ellos, para que puedan darle la mejor atención y recepción posible, eso también es algo muy importante que se genera con estos proyectos. 

Por otra parte, es darle la posibilidad a personas que por temas de falta de recursos o de no atreverse a hacer las actividades. Educamos para que personas participen y las invitamos. Eso también ayuda a la comunidad de personas con discapacidad que no saben, no se atreven o no tienen cómo hacerlo. Poder invitarlas a vivir este tipo de experiencias, por ejemplo, con Outlife Chamisero, invitamos a participar a un niño que tiene discapacidad y la verdad es que fue súper bonito verlo, porque él no había podido subir la montaña. Entonces, ver su cara de emoción en ese minuto, cómo lo estaba pasando y cómo veía cosas distintas fue, de verdad, muy emocionante. También ver a sus papás y lo emocionados que estaban por haber tenido esa posibilidad. Es muy bonito dar esa posibilidad a personas que, a lo mejor, no sabían dónde hacerlo o cómo, eso también es una de las cosas importantes que se generan con estos proyectos de impacto.

Cuéntame de ti

Siempre me gustó hacer deporte, como que o me metía en el colegio a atletismo, o en volleyball, o siempre, desde chica, jugué tenis, siempre me gustó el deporte y sobretodo, en particular el tenis me gustaba harto. Iba al gimnasio, estaba en forma cuando tuve el accidente, físicamente hablando. 

Después de que tuve el accidente, en 2001, tuve que dejar de hacer todos esos deportes, pero partí haciendo la terapia de rehabilitación, que igual es súper duro, y gracias a Dios estaba bien preparada, porque me ayudó mucho a poder hacer esta rehabilitación. Yo creo que fue más rápido de lo habitual, fui logrando metas súper rápido dentro de lo que se podía. Eso me permitió poder retomar mi vida y mi independencia. O sea, el accidente fue en marzo y ya en septiembre estaba manejando el auto y había aprendido a subir la silla sola al auto y hacer cosas sin necesitar tanta ayuda, o sea, que igual es un tiempo bastante bueno. 

Ya cuando estaba más o menos lista para poder moverme, desenvolverme y seguir haciendo mi vida de manera independiente, sin necesitar tanta ayuda, entré a estudiar al año siguiente del accidente y ahí me tocó enfrentar problemas de accesibilidad en la universidad, no fue fácil, pero ahí siempre con la ayuda de todos se sacó adelante. Porque hay que pensar que en el 2001, 2002, la accesibilidad que existía era harto distinta a la que existe ahora, entonces era más complejo.

Mientras estudiaba me empezó a picar el bichito y dije que me encantaría hacer un deporte, porque antes hacía deporte, me gustaba el tenis y vi una noticia de que estaban haciendo un torneo de tenis en silla de ruedas y me dieron muchas ganas de hacer eso. No sabía ni dónde, ni con quién, ni cómo. Justo me acuerdo que un día en la noche sonó el teléfono y era una persona que hacía su tesis sobre el tenis en silla de ruedas para la universidad y necesitaba encontrar un grupo de personas que jugaran tenis. Le dije que yo todo el rato, ahí me anoté y nada me sacó. 

Partí jugando tenis, al principio era súper difícil, porque hay que aprender que si bien yo jugaba y tenía la técnica del golpe, el golpe moviendo la silla era harto distinto, hay que tener una coordinación no menor. Ahí empecé a agarrar rápidamente esta coordinación, este movimiento y me gustó mucho. Ahí le pedí a mi papá una silla de tenis, porque yo jugaba en una que no era de tenis, y ahí, cuando tuve mi primera silla de tenis partí jugando, campeonatos y me fue bien y todo y dije ya, me quiero dedicar a ser tenista. Me dijeron que terminara la carrera primero, así que la terminé, partí tocando puertas buscando algún auspiciador que me ayudara a jugar tenis y se abrió una puerta con Carozzi, que me apoyó durante 6 o 7 años, me fue bien. Eso me permitió poder viajar más barato, inscribirme y hacer una carrera tenística durante ese período. Luego fui a un montón de lugares a campeonatos, llegué a estar número 45 del mundo y estuve 2 de Chile. Tuve la posibilidad, también, de ir a jugar dos mundiales, uno en Turquía y el otro en Sudáfrica, así que fue una tremenda experiencia, por eso mismo, tuve la posibilidad de viajar harto y ver las dificultades que habían en el tema de viajes, independiente de que mi objetivo principal era ir a jugar, pero uno igual recorre algo, así que fue algo súper enriquecedor en distintas cosas, o sea, una de tema salud deporte, poder tener logros es bonito, pero también es conocer a otras personas que también tienen discapacidad y ver cómo ellos enfrentan la vida y compartir eso es súper enriquecedor. 

El deporte en mi caso fue como de todo un poco, o sea, fue logro deportivo, conocer otras realidades, otras personas, tener la posibilidad de viajar sola y poder sentir que realmente todo lo que había aprendido en la rehabilitación lo podía hacer yo sola, eso también es parte de algo súper bueno que me tocó vivir con tenis, que me ayudó mucho para mi terapia. Darte cuenta de que puedes seguir viviendo independientemente sin ningún problema fue muy bueno. Ahí tuvimos que arreglar muchas veces, si yo iba sola con silla de tenis, con maletas, imagínate la figura, era una locura y de repente eran picadas cortísimas y tenía que partir con todas estas cosas y es súper choro tener esa experiencia que podía ser más de lo que quería. Fue bueno en distintos sentidos.

El 2014, que es ya cuando dejé de jugar tenis porque yo mientras jugaba, trabajaba, porque el tenis no era una profesión que te diera para vivir en ese momento, no es como el tenis convencional, donde ganan millones. Yo trabajaba, jugaba y entremedio conocí a mi marido, nos pusimos a pololear y era todo una mezcla de cosas, hasta que nos casamos. Yo seguía jugando, pero después quedé embarazada el 2013 y tuve que dejar de jugar, no podía jugar profesionalmente, traté de retomar alrededor del 2015 y quedé embarazada de nuevo, ahí dije que era suficiente. 

Cuando chica la verdad que se hace difícil la logística en la casa, como para además estar entrenando y viajando, es bastante complejo, así que ahí cuando decidí dejar el tenis totalmente, hoy en día igual juego pero de manera recreativa, pero sí de manera profesional, y ahora entré el 2018 a trabajar a Wheel the World, que me ha dado la posibilidad de realizar deportes que no es el tenis, pero sí muchos deportes entretenidos que me encantan y me apasionan, así que he podido suplir esa falta del tenis profesional por otro tipo de actividades que son increíbles, como hacer trekking, hacer surf o paracaidismo, ha sido increíble.

¿De qué trata el récord Guinness que quieres lograr?

Estamos estudiando para ver cómo lo planteamos, pero probablemente va a ser como primera persona en silla de ruedas en lograr un trekking de tanta cantidad de kms, que será aproximadamente 24 kms, de ida y de vuelta en llegar a esa cima. Estoy estudiando aún cómo lo presentamos. Estoy entrenando en Kifit, que me están dejando lo más preparada para poder hacer esa travesía que se viene que va a estar increíble. 

Lo estamos planeando para fines de noviembre, así que tenemos tiempo para poder hacerlo bien y poder presentar todo el tema del récord y hacerlo como corresponde y llegar bien preparados además.

ECOLÓGICA

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