En Chile Chico, María Teresa Valenzuela y Claudia Puentes crearon Ecocharge, una iniciativa de micromovilidad sustentable que ofrece sus servicios de estaciones de carga y bicicletas a empresas, municipalidades, parques y otros.
Según un estudio del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS), los automóviles y buses emiten al año, en Santiago, alrededor de 48.400 toneladas de contaminantes, cifra que podría aumentar si se considera que la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC) contabilizó 415.581 unidades vendidas durante el 2021, representando un aumento histórico del 60,6% de autos vendidos en Chile con respecto al año anterior.
En base a ese problema, las ingenieras María Teresa Valenzuela y Claudia Puentes crearon Ecocharge, un emprendimiento “para desarrollar proyectos de micromovilidad sustentable que aporten a disminuir huella de carbono del transporte de última milla en el turismo. Esto es, traslados que se hacen en vehículos tradicionales y que perfectamente se pueden reemplazar por bicicletas y otros vehículos eléctricos menores sin impactar con emisiones de CO2 y evitando la congestión vehicular que se produce en muchos de los destinos turísticos”.
El jueves 19 de mayo inauguran el primer sistema en Chile Chico, el que fue desarrollado para la Municipalidad y consta de 10 bicicletas eléctricas y una estación de carga, la que se energiza con energía solar y eólica, fuera de la red eléctrica, permitiendo a habitantes y turistas recorrer 3 rutas turísticas y conectar en un futuro cercano con la ciudad de Los Antiguos en Argentina, convirtiéndose así en el primer proyecto de ciclovía binacional. “Las rutas fueron diseñadas pensando en los lugares turísticos cercanos a Chile Chico para facilitar el acceso a quienes quieran visitarlos y cooperar con la carbono neutralidad, dejando el automóvil u otros medios de transporte contaminantes y también para hacerlo accesible a quienes no tengan estado físico, puedan hacerlo usando el nivel de asistencia que les acomode”.
María Teresa y Claudia comentan que han vivido los problemas de conectividad en esta región y se han dado cuenta del poco uso de las energías renovables a pequeña escala para las personas en localidades rurales. “Por eso queremos contribuir al cambio en las costumbres de desplazamiento de las personas, incentivando a disminuir el uso de vehículos que usan combustibles fósiles y así aportar a la disminución del calentamiento global, diseñando e implementando soluciones de micromovilidad en base a energías renovables (solar y eólica), aprovechando los recursos naturales del emplazamiento de cada proyecto”, señalan María Teresa Valenzuela y Claudia Puentes.
¿Por qué optar por la micromovilidad?
No solo el sector turístico, como hoteles y parques se pueden ver beneficiados por la micromovilidad, sino también otras áreas como comunidades, condominios, municipalidades y empresas que quieran dar una opción de transporte a sus empleados o mejorar el movimiento interno dentro de las empresas que poseen superficies extensas, contribuyendo a la disminución de la huella de carbono.
Este sistema de transporte sustentable aporta diferentes beneficios para sus usuarios. Entre ellos se destaca:
1.- Ayuda a la conectividad en lugares retirados, como es el caso de Chile Chico y las rutas seleccionadas.
2.- Contribuye a la meta de carbono neutralidad que tiene como compromiso el país para el año 2050, ya que su utilización desplaza carbono.
3.- Ayuda a disminuir las externalidades negativas del turismo, es decir, la contaminación por combustibles fósiles y congestión)
4.- Acerca a la gente a los beneficios de las energías renovables y a que entiendan mejor su funcionamiento.
“La diferencia de nuestra propuesta es que ofrecemos el servicio a empresas, municipalidades, parque u otros, donde se les proporciona el sistema completo (estación de carga y bicicletas) para ser utilizados de acuerdo a sus necesidades y personalizado a su imagen corporativa”, señalan las creadoras de Ecocharge.