Hernan Inssen, Gerente General HOPE y Socio Fundador del Colegio Ingenieros en Recursos Naturales
Todas y todos nos sorprendimos con el reportaje denuncia emitido por Mega sobre el servicio de recolección de reciclables puerta a puerta en 4 comunas de Santiago, un lamentable secreto a voces que no solo ronda en el círculo de organizaciones y empresas de reciclaje, sino también en la ciudadanía que se ocupa de cumplir el formato de entrega y mantener la separación en origen de residuos, una parte fundamental en la gestión de estos materiales.
El reciclaje es un proceso complejo que involucra muchos aspectos como el fomento del consumo consciente, el ecodiseño, rotulado de envases, educación al consumidor y al fabricante, segregación en origen, recolección, traslados, reclasificación, transformación de residuos en materias primas, fabricación de nuevos productos, capacitación específica en aspectos operativos, reportabilidad, trazabilidad, fiscalización, permisos sanitarios, entre otros temas.
Resulta lógico pensar que nos queda mucho por hacer, que se debe invertir en educación medioambiental, en infraestructura, que debemos cambiar nuestros hábitos de consumo, la relación con los residuos e interiorizar los costos asociados a su manejo. Todas y todos debemos ser parte del cambio y abordar lo que hoy a la luz de informes realizados por la mejor ciencia y expertos de todo el mundo, más que algo verde, es un imperativo ético. El desafío es transversal e involucra desde la ciudadanía hasta las políticas públicas, pasando por la industria y el mundo empresarial en general.
En estos casi 10 años de experiencia en gestión de residuos y fomento del reciclaje me he dado cuenta de muchos cambios, cada vez más personas quieren entregar sus residuos a reciclaje. Se han piloteado e implementado sistemas de recolección diferenciada, es mucho más común ver puntos limpios y contenedores habilitados para disponer los residuos separadamente en supermercados, mall, oficinas, edificios públicos, colegios, fiestas y eventos masivos. Han surgido emprendimientos orientados a la reutilización y fabricación de productos a partir de material reciclado, promoviendo la economía circular. Desde lo normativo, quizás lo más relevante de este proceso, la Ley de Responsabilidad Extendida al Productor. Estos avances se ven perjudicado por malas prácticas y/o la ejecución de proyectos que terminan mermando un trabajo de años. Probablemente algunos municipios quieren atender las necesidades de sus vecinos, pero siempre queda esa sensación que lo que importa es cumplir, no importa si es bueno o malo, porque lo importante es cumplir, el vecino o vecina quiere retiro de reciclaje en la puerta de su casa, hagámoslo…
En HOPE hacemos un llamado a la Esperanza, desde la convicción profunda de que se pueden hacer las cosas bien. Somos muchas y muchos los que estamos dando la pelea, fomentando la educación medioambiental, la capacitación, la recolección, reutilización y reciclaje de residuos orgánicos e inorgánicos, valorizando el trabajo de los recicladores base y de colaboradores que se han integrado en distintas labores como recolección, educación, administración, clasificación de material, bodegaje, operación de equipos diseñados para estas labores, entre otras.
Por esta razón, no da lo mismo con quien trabajas (como todo en la vida en realidad). Resulta fácil culparnos entre todos por un trabajo mal hecho o que no cumple nuestras expectativas, pero también es importante darnos cuenta de lo que realmente queremos y como cada uno de nosotras y nosotros hace que las cosas pasen…
