Sebastián Salinas, fundador y CEO de Balloon Latam
El estallido social marcó un antes y un después invitándonos a dialogar y reflexionar sobre la ruta que seguiremos para construir las bases del Chile que queremos, siendo uno de ellos la esperada descentralización o regionalización. Es común ser parte de conversaciones donde se discute sobre la forma de generar cambios o avanzar, recayendo siempre en políticas eternas, a largo plazo y en manos de las autoridades, y la verdad es que, si bien nuestros gobernantes tienen la posibilidad de hacer cambios estructurales, nosotros, los ciudadanos, también tenemos una cuota que aportar.
El permiso de circulación es una de las formas de recaudación de ingresos más directa que tienen los municipios, siendo uno de los pocos tributos en el que como contribuyentes tenemos la opción de poder elegir dónde lo gastamos. Un 37.5% de lo que uno paga se queda en la municipalidad donde realizamos el trámite. Porcentaje e impacto de este recurso que nos invita a ser más conscientes, y no verlo como un mero trámite sino como una medida real y concreta para descentralizar, capaz de inyectar recursos en zonas donde más se necesita y donde se encuentran las mayores desigualdades, como lo son las zonas rurales.
Un 76% de las comunas del país son rurales, pero el 71% de los fondos recaudados por los permisos de circulación se queda en municipios urbanos, una nueva señal que nos expone la concentración de los recursos y el actual desbalance en materia regional. Por falta de conocimiento, facilidades, mecanismos de ayuda o información como ciudadanos no optamos a destinar estos recursos a zonas rurales. Justamente lo que busca derribar la iniciativa “Saca tu permiso rural”, donde por medio de un trámite habitual damos un paso enorme en materia de equidad e igualdad de recursos.
El actual sistema de generación de recursos muchas veces dado por mecanismos ligados a fondos concursables limitan aún más a las comunas con menores ingresos y competencias técnicas, disminuyendo su poder de independencia y creando un nivel de dependencia con el nivel central hostigante y limitante para hacer políticas mayores.
Darles a los municipios – sin importar su densidad población, influencia o superficie- mayor independencia en materia económica y de gestión permitirá darles mayor pertenencia territorial, haciendo a su vez a la comunidad afectada parte de estas decisiones. Algunos de estos cambios son teóricos y pueden sonar complejos, pero también hay oportunidades prácticas y a corto plazo que se pueden trabajar en la constitución y de la mano de la nueva administración, lo que sumado a iniciativas sociales como “Saca tu permiso rural”, dan la posibilidad de ejecutar y priorizar acciones de manera independiente.
El mundo rural cuenta con una amplia riqueza, proveniente de su cultura, capacidad de resiliencia de su gente y del estrecho vínculo con la naturaleza, como otros sectores del país, sólo requieren un impulso que les permita desarrollarse y aprovechar las oportunidades que hoy por desconocimiento y recursos se están perdiendo. Hoy tenemos la llave para generar cambios mediante colaboración, innovación y acciones concretas, es la hora de equiparar la balanza para que cada territorio pueda desarrollarse para y con sus habitantes, con una mirada local, pero con impacto nacional.