Felipe Aguirre, Senior Manager Digital Strategy NTT DATA Chile.
¿A cuántos trabajadores les han consultado si prefieren el teletrabajo o regresar a la oficina luego de la pandemia? Muchas empresas solamente han asumido una u otra alternativa presumiendo una preferencia de parte de su equipo sin ratificarlo, llegando incluso a incomodar a más de algunos de sus colaboradores.
Es innegable que luego de la pandemia, las personas comenzaron a valorar cada vez más el tiempo que utilizaban al trasladarse a las oficinas y que ahora desde sus casas se lo podían ahorrar y destinarlo a otros ámbitos, como descansar, realizar deporte, compartir con la familia o cualquier otra labor. A nivel masivo se pudo romper un paradigma y validar la productividad y beneficios del teletrabajo, que para algunos era desconocido hace un par de años atrás.
Pero también es cierto que existe un grupo de personas que no se sienten completamente a gusto desempeñando sus labores diarias desde la casa, ya sea porque no cuentan con el espacio indicado para trabajar, no logran organizar todo el tiempo o extrañan el contacto con sus compañeros, o consideran más eficiente la presencialidad.
Y es en este escenario, de ambas realidades, es que las compañías tienen un gran desafío que es lograr compatibilizar las preferencias de sus colaboradores, e incluso los futuros colaboradores, con las necesidades de la compañía y sus definiciones.
En NTT DATA Chile estamos impulsando actualmente un piloto de trabajo híbrido, ya que para nuestra compañía es importante relevar los beneficios del teletrabajo, pero equilibrarlos con la necesidad de contacto presencial que es tan importante para la cultura, la colaboración y el trabajo en equipo.
A partir de nuestra experiencia, creo relevante destacar algunos consejos importantes de considerar si es que sus equipos o compañía están también viviendo este proceso o definiendo cómo seguir trabajando.
- Responder la pregunta del por qué y para qué debo ir a la oficina. Buscar una razón que considere un valor agregado al trabajo presencial versus el remoto.
- Conocer cuáles son las preferencias de los colaboradores. No todas las personas tienen la misma situación o realidad. Algunos viven solos, otros con niños, otros cuentan con un espacio adecuado para el teletrabajo, otros no. Para algunos no es relevante el traslado a la oficina, para otros significa mucho tiempo. La recomendación es conocer cuáles son las preferencias y situaciones de cada uno, pueden conocerlo a través de una encuesta, de conversaciones, etc. Todo dependerá del tamaño de la compañía o el equipo.
- Considerar contar con las instalaciones adecuadas. El formato híbrido requiere adaptar ciertos ámbitos tecnológicos, para que la experiencia de quienes se encuentren de forma presencial sea buena pero también de quienes estén de forma remota. Hoy en día las reuniones híbridas (con algunos en presencial y otros conectados) requiere considerar ciertas herramientas como cámaras con mejor calidad, con más rango de plano, micrófonos, etc.
- Los liderazgos o jefaturas deben confiar en la autoadministración de cada persona, y fomentar este tipo de competencias. El trabajo híbrido entrega muchas comodidades, pero requiere de equipos compenetrados y de personas que trabajen por objetivos y que sean capaces de autogestionarse. Y para ello es necesario fomentar una cultura flexible y donde se cuenta con libertad, pero se exige responsabilidad.
- Fomentar la colaboración y los espacios para ello. Con el teletrabajo se pierden muchos espacios donde antes se generaban nuevas ideas en conversaciones espontáneas o “de pasillo”. Los líderes de equipo deben potenciar estas instancias de forma presencial, aunque ya no ocurran a diario.
Ya sea teletrabajando, en modalidad presencial o con un modelo hibrido, comprender las necesidades de cada uno de los equipos y colaboradores es sumamente importante a la hora de tomar las definiciones respecto a este asunto.