Líderes gremiales y de organizaciones empresariales nos detallan los desafíos de la sostenibilidad empresarial para el 2022

Actualmente vivimos tiempos de grandes cambios con desafíos en los escenarios sanitarios, económicos y climáticos. Desafíos que deben enfrentan las empresas de potenciar la colaboración con colaboradores, proveedores, clientes y comunidades para generar equilibrio entre los aspectos económicos, sociales y medioambientales.

Margarita Ducci, directora ejecutiva Pacto Global Chile, ONU y Carlos Soublette, gerente general de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), Richard von Appen, presidente de SOFOFA y Marcela Bravo, gerente General Acción Empresas recorren los principales desafíos de la sostenibilidad empresarial para el 2022

“Involucrarse en un trabajo cada vez más exigente respecto a su rol social, dirigido a todos sus grupos de interés”, Margarita Ducci, directora ejecutiva Pacto Global Chile, ONU

“La sociedad en general y las empresas como parte de ella, viven tiempos de grandes cambios, especialmente al buscar una reactivación sostenible, donde se asegure un equilibrio entre los aspectos económicos, sociales y medioambientales. Hoy más que nunca tenemos la oportunidad y el desafío de construir entre todos, un país mejor. La pandemia, la crisis social y ahora, la elaboración de una nueva Constitución nos ha hecho reflexionar a todos, sobre el Chile que queremos y la sociedad en la que deseamos vivir, y entregar a las futuras generaciones”.

“En ello, a la empresa le cabe un rol de liderazgo positivo, muy fuerte, dado su ámbito de acción hacia sus colaboradores, sus proveedores, sus clientes y las comunidades donde opera. Las empresas tienen la oportunidad de involucrarse en un trabajo cada vez más exigente respecto a su rol social, dirigido a todos sus grupos de interés. Para ello, deben establecer metas de cumplimiento que requieren el involucramiento desde la alta gerencia, permeando a toda la organización, donde contribuir para terminar con la pobreza, la desigualdad, la brecha de género y la crisis climática, sea un objetivo relevante, presente en su estrategia corporativa”.

“Tenemos la oportunidad de liderar en modelos de integración económica regional sostenible”, Carlos Soublette, gerente general de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS)

“Para prosperar en el contexto global en el que nos encontramos hoy en día, donde nos vemos enfrentados a una compleja y decisiva situación sanitaria, económica y climática, es fundamental que cada actor se desenvuelva de manera sostenible, comprendiendo la relevancia de poder coexistir en un ecosistema donde todos somos interdependientes. Por parte del sector privado, los desafíos al respecto radican en que las empresas, además de maximizar su utilidad económica, logren identificar y gestionar todas las externalidades que producen a su entorno y viceversa, lo cual conlleva la responsabilidad de desarrollarse en el marco de los límites planetarios, de tener una visión a largo plazo, de funcionar bajo una lógica colectiva y de fomentar el diálogo y la colaboración con sus distintos grupos de interés”.

“En nuestra agenda CCS, hemos destacado la gran oportunidad que se abre al mundo empresarial de cara al desafío logístico y de sostenibilidad de las cadenas de suministro que se abrió con la pandemia. Hoy es muy evidente que existe un desarrollo de socios comerciales pendiente en la región, de manera de buscar en economías cercanas opciones de suministro y de mercados de destino para nuestro comercio internacional. Chile ha sabido liderar en muchos aspectos en Latinoamérica, en especial en el desarrollo del comercio, hoy pensamos que tenemos la oportunidad de liderar en modelos de integración económica regional sostenible. Somos un país extremadamente abierto al comercio internacional y así como fuimos capaces de desarrollar negocios con economías muy lejanas, hoy la tarea es enfocarse en la región”.

“Finalmente destacar la importancia que vemos en no dejar ningún aspecto de la sostenibilidad atrás. A los aspectos medioambientales que son obvios de estas temáticas, creemos que hay que avanzar rápidamente a las mejores prácticas en los aspectos sociales y de gobiernos corporativos que terminan cerrando el círculo para un manejo integral de la sostenibilidad financiera de los negocios en el largo plazo”.

“Ser un aporte para que la actividad empresarial se consolide como un aliado para alcanzar un crecimiento integrador y sostenible”, Richard von Appen, presidente de SOFOFA

“La actividad empresarial tiene un enorme impacto social mediante sus productos y servicios, es mucho lo que podemos incidir en la vida de las personas por medio de nuestro quehacer, por lo que este 2022 nos propusimos en SOFOFA ser parte de las soluciones que necesita nuestra sociedad, especialmente para promover un crecimiento inclusivo y sustentable”.

“Por eso, desde hace un par de años estamos participando activamente en políticas medioambientales a través de nuestro Centro de Medio Ambiente. Además, junto al Ministerio de Medio Ambiente y otras instituciones fuimos parte del desarrollo del sello #ElijoReciclar, Acuerdo de Producción Limpia (APL) de EcoEtiquetado que busca entregar información clara a los consumidores acerca de la reciclabilidad de los envases de uso cotidiano”.

“Hoy día estamos trabajando en una mesa de Medio Ambiente para abordar esta temática y acabamos de lanzar a través de un webinar un documento llamado “Hacia un desarrollo sostenible”, el cual incluye propuestas en materias relacionadas con el ámbito de la gestión y tutela ambiental, el cambio climático y la discusión constitucional. Con esto buscamos ser un aporte para que la actividad empresarial se consolide como un aliado para alcanzar un crecimiento integrador y sostenible”.

“Capacidad para adaptarse a un entorno cambiante, vertiginoso y multisistémico”, Marcela Bravo, gerente general Acción Empresas

“Sin duda 2021 sentó las bases de la transformación empresarial a nivel global. Los efectos de la pandemia, aceleraron el proceso de cambio de las empresas llevándolas a replantearse estructuras profundas sobre sus modelos productivos, propósito, aportes concretos a los grandes desafíos de la humanidad, y sobre todo a su capacidad para adaptarse a un entorno cambiante, vertiginoso y multisistémico.
2022 será un año donde esos desafíos estarán puestos en la concreción.

“La pandemia instaló una tendencia global sobre la necesidad, tanto de inversionistas como consumidores, por saber qué hacen las empresas de manera concreta, a través de métricas y resultados, frente a desafíos sistémicos como la crisis climática, la desigualdad social, las trazabilidad de sus cadenas de suministro, sus procesos de transición climática, descarbonización, prácticas de inclusión y diversidad, etc…Este año, las empresas están desafiadas a incorporar estándares globales, claros, simples y sobre todo de acceso público, sobre su trabajo en estas materias. El tiempo de las declaraciones se acabó, y hoy el desafío está en demostrar esos compromisos con datos”.

“La crisis climática es una realidad instalada en el mundo de los negocios. Ya no es necesario convencer a los líderes de los riesgos que enfrentan sus negocios si es que no desarrollan transformaciones importantes en esta materia. La ciencia es clara. Por ello, desarrollar un análisis crítico sobre los puntos ciegos de cada realidad empresarial frente al cambio climático, será el primer paso. El uso de energías limpias, la descarbonización de procesos productivos estratégicos; la reestructuración de operaciones de producción lineal hacia modelos circulares que eficienticen el uso de recursos y a su vez, impacten positivamente en la naturaleza y comunidades, es el desafío global de los negocios, porque los ojos de todos están puestos en esto”.

“La crisis de desigualdad que evidenció y profundizó la pandemia, tiño la reactivación ́ de los sistemas económicos. Recuperar el mismo sistema de desarrollo que conocíamos ante del covid19, no es posible. Necesariamente se requiere una redefinición del quehacer empresarial, de la idea de éxito, y poner de una vez, al centro de los negocios, a las personas y la naturaleza. El paradigma de la rentabilidad para unos pocos ha quedado relegado a la importancia del enfoque social, colectivo y colaborativo, porque la empresa del nuevo siglo no podrá sobrevivir si no asume que su rol, es mucho más profundo e importante que generar empleo. Hoy, su rol es generar, a través del “un buen empleo”, condiciones dignas y justas que permitan entornos sociales sanos económica, social y ambientalmente. Solo así se podrán generar nuevos vínculos de confianza que la empresa y la sociedad requieren para afrontar un futuro cambiante juntos”.

“El gran jaque mate de la pandemia fue demostrar que en semanas, fue capaz de estropear todo los sistemas operativos de desarrollo y progreso que sostuvieron al mundo por tanto tiempo. Las organizaciones, y no solo las empresariales, demoraron semanas, meses, en adaptarse al contexto de crisis, y muchas de ellas, simplemente no sobrevivieron. Desarrollar la capacidad de adaptación, resiliencia y transformación a través de una organización más dúctil, será fundamental para afrontar los desafíos que trae el siglo. Variables propias de la sostenibilidad, tales como la diversidad en la toma de decisiones, la retención y atracción de talento, capacidad de liderazgos inclusivos y adaptativos, trabajo en equipo y basado en la colaboración; la innovación, el emprendimiento, el diálogo efectivo, son herramientas clave para ir transformando empresas con estructuras jerárquicas y pesadas, en organizaciones más planas y por ende más fáciles de adaptarse a los quiebres”.