Hay mensajes que mueven a los consumidores a elegir una marca sobre otra. No solamente se trata del producto que ofrecen, sino también las prácticas que hay detrás y las iniciativas que apoyan. Paula Rojas, directora de Cuentas de Raya, explica cuáles son los mensajes que han movido a los consumidores en el último tiempo, cómo un contexto como la pandemia modifica comportamientos y prioridades y cómo los consumidores demuestran su voz y voto.
“Este tipo de temáticas están ayudando a las marcas a acompañar el cambio de consumidores que, hoy en día, orientan sus decisiones de compra hacia compañías que se vinculen a este tipo de tópicos” aseguró Rojas.
“Con tantos temas en la palestra, puede ser difícil para algunas marcas acompañar el cambio que tienen los consumidores y que vinculan cada vez más su decisión de compra con sus valores. Por otro lado, también influye el contexto sobre el cambio de las marcas y el cuestionamiento de los consumidores”, agregó.
¿Cambio de conducta o volver al origen?
Hoy hablamos de una nueva conciencia, de un cambio cultural y de la valoración a las diferencias y cuidado a la naturaleza, pero ¿cuánto de eso es cambio cultural, evolución o simplemente estamos buscando volver a lo esencial?
Como seres humanos pensantes y como consumidores de necesidades básicas y de satisfacción de status, siempre buscamos ser más y diferenciarnos de los demás. Tomamos conciencia de lo que queremos, pero no de lo que necesitamos, omitiendo por décadas la relevancia de lo que tenemos alrededor: nuestros pares, el planeta, en pro de ser cada vez más evolucionados, innovadores y autosatisfechos de necesidades complejas.
Desde el “yo” consumidor, nos hemos llenado de experiencias poco satisfactorias, frustrantes y que generaron millones de definiciones del tipo “no compro más en esta tienda” ó “no uso más este producto”, sin tener claridad de lo que hoy sabemos.
Buscamos un MÁS por satisfacer y le damos esa responsabilidad a las empresas. Estas vuelcan sus esfuerzos en capturar nuestra atención y enamorarnos. Invierten y marcan pautas en generar una experiencia de marca cercana a las relevancias simples y transversales, como responsabilidad social, responsabilidad ambiental, sustentabilidad en sus producciones, transversalidad de géneros e inclusión hablando de todos por igual. ¿Esto es innovador? ¿O es lo que la evolución en algún momento omitió o quiso dejar fuera y las empresas se vieron forzadas a adaptarse para mantenernos cautivos?
Nosotros como consumidores movemos las marcas. Ellas sólo se adaptan a lo que queremos y buscamos para satisfacernos. Volver al origen, dándonos cuenta de nuestras necesidades esenciales. Es parte de evolucionar, de tomar conciencia y cambiar nuestros intereses acomodando nuestra conducta como consumidores. Entonces podemos decir que no cambiamos, sólo evolucionamos en una conciencia más clara de lo realmente importante y con sentido menos individualista.
La pandemia muta y de la mano el consumidor
Si hoy nos miramos como individuos y visualizamos al personaje pre pandemia, nos damos cuenta que nuestro comportamiento individual, nuestros intereses y preferencias han mutado y seguirán acomodándose según vayamos evolucionando inmersos en está “nueva normalidad”.
Evolucionar como individuos siempre está impulsado por grandes cambios socioculturales. Y como consumidores chilenos no estamos fuera de esta evolución en temas como la revolución de la conciencia por el cuidado del medio ambiente, por la tolerancia y respeto a la diversidad y por los emprendedores. Es aquí donde las nuevas conductas de consumo y compra generaron una especie de “terremoto” en las grandes compañías que se enfocaban sólo en el precio y productos, sin mencionar los canales online de compra.
La mutación del virus y del consumidor chileno han permitido, en estos casi dos años de pandemia, impulsar la preferencia por marcas locales, los productos hechos a mano y lo auténtico. Se ha reforzado el interés por productos sostenibles y sustentables que cuiden nuestra salud y la del planeta, y ha puesto en primera preferencia y necesidad la empatía, el acercamiento a nuestras familias y amigos cercanos.
Las grandes empresas enfocadas solo en vender hasta antes de la pandemia y el estallido social, reformularon su enfoque de acercamiento. Si bien el precio y variedad de productos les permitirá seguir con los márgenes de venta, no las harán ser marcas amadas, preferidas o recomendadas. Sólo serán surtidores de productos sin cobrar relevancia en la vida del nuevo consumidor chileno, pues no saciarán su necesidad de experiencia ante las nueva exigencia del consumidor mutante. El boca a boca sobre la experiencia de las marcas, a través de los canales digitales, es y seguirá siendo un juez lapidario.