Antonio Dougnac, director de Ventas (Food) de Sealed Air.
Según datos de la Fundación Chile (FCH), en Chile se consumen aproximadamente 990.000 toneladas de plástico al año, de las cuales se reciclan 83.679 toneladas (8,5%). Para hacer frente a esta realidad, esta semana comenzó a regir la nueva ley de plásticos de un solo uso, una iniciativa que busca poner medidas a plásticos que tienen una vida útil efímera, pero que como desechos generan enormes cantidades de contaminación.
Pero no sólo se ha puesto el ojo en el plástico, sino en la industria de los envases y embalajes en general. De acuerdo con la declaración del Sistema Nacional de Declaración de Residuos (SINADER) de 2020 para el año 2019, en el país se generaron 19,7 millones de toneladas de residuos. El 55,6% proviene de la actividad industrial y el 40% es de origen municipal o domiciliario, con una valorización y reciclaje que alcanza un 21% (que se espera incrementar progresivamente con la implementación de metas de la Ley de Fomento al Reciclaje)
La necesidad de avanzar hacia una industria de empaques sostenible es vital para crear una cadena de suministro global de alimentos más eficiente y segura. El sector actualmente presenta oportunidades como la diversificación productiva y la agregación de valor, pero tiene como desafío impostergable enfrentar el cambio climático. Para eso, es importante un nuevo enfoque en las estrategias de negocio, para así facilitar el desarrollo de una industria sostenible.
Chile está tomando los compromisos que pide la ciencia. Uno de los cuatro ejes de la hoja de ruta del Ministerio del Medio Ambiente es precisamente la innovación circular, por eso es calificado uno de los países más ambiciosos para enfrentar el cambio climático, con cada vez mayor fabricación de envases más alineados con una implementación exitosa de las leyes de fomento al reciclaje. Hoy somos distintas empresas las que buscamos ser una solución al problema de la basura, particularmente en la industria de Alimentos y Retail.
El packaging sustentable da origen de manera responsable en todo su ciclo de vida, manufacturado con foco en energías renovables y pensado para ser reciclado de manera eficiente, proporcionando un recurso valioso para el planeta y las futuras generaciones.