Marcial Rapela, socio y director de Bain & Company en Chile
Dirigir durante la pandemia ha sido duro, agotador y a veces terriblemente triste. Pero los ejecutivos estamos entrando en 2022 con un kit de herramientas fortificado de experiencias, empezando por la posibilidad de medir -y aumentar- la capacidad de cambio de nuestras organizaciones.
Durante el último año, hemos aprendido que el poder del cambio de una organización es algo fundamental y está compuesto de diferentes elementos, entre los que se cuentan el propósito, la conexión, la dirección, el desarrollo, la flexibilidad, entre otros. No obstante, el propósito es uno de los temas más importantes tanto para los líderes como para todos los trabajadores de una empresa. En una encuesta que Bain realizó entre casi 1.000 personas de todo el mundo, durante los primeros meses de la pandemia, se reveló que, entre los empleados cuya satisfacción con su empresa había aumentado durante la crisis, el 86% afirmaba que tenía un propósito que apasionaba a su gente y le daba sentido.
En esencia, el propósito es la razón de ser de una compañía, lo que da sentido al trabajo diario de los empleados. Es importante que apoyen la visión y la estrategia del director general, pero es una noción que se considera mejor a largo plazo, mucho más allá de la fecha de jubilación del equipo directivo actual. La pandemia ha dado a los líderes la oportunidad de reavivar su propósito corporativo estudiando lo que la organización ha aprendido sobre sí misma durante las crisis recientes. ¿Qué fue lo que unió a los empleados, los hizo sentirse orgullosos de su organización y profundizó su compromiso?
Un propósito claro es fundamental para que el cambio sea duradero. A medida que el cambio se generaliza y las bases de empleados de las empresas son más diversas, existe una fuerte necesidad de un ancla unificadora que proporcione contexto y enfoque. El propósito crea un importante sentido de pertenencia y apego. No es un eslogan, sino lo que define y guía la acción. Durante los periodos de crisis, el propósito demuestra su valor, pero es una ventaja competitiva sea cual sea el ciclo empresarial.