Con el compromiso de proveedores, organizaciones sociales y clientes, la supermercadista busca generar conciencia social respecto al impacto medioambiental que causa el desecho de alimentos, promoviendo en sus salas el consumo responsable, apoyando con la entrega de alimentos a la sociedad civil con menor acceso y reduciendo la huella de carbono de su operación.
“Todos Ganan” es el nombre de la iniciativa con la que SMU y sus filiales – Unimarc, Mayorista 10, Alvi, Ok Market y Super 10 – se han propuesto desperdiciar menos y generar más conciencia a la hora de comprar y consumir alimentos, evitando que gran parte de éstos se vayan a disposición final. Esto, gracias a la implementación de dos programas que apuntan, por un lado, a la venta de productos que están próximos a vencer a precios rebajados y, por otra parte, a la entrega de los mismos a organizaciones sociales, con la idea de buscar que nada se pierda.
Marcela Salas, gerente de Sostenibilidad de SMU, señala que “con ‘Todos ganan’ la compañía busca atender, desde diversos frentes, la problemática que deja el desperdicio de alimentos, desde lo social y lo medioambiental. Esta iniciativa se enmarca en nuestra Política de Sostenibilidad Corporativa, donde el cuidado del medioambiente es un eje fundamental. En este sentido, el desperdicio de alimentos es un efecto intrínseco de la operación del negocio, por lo que todas las emisiones que dejamos de generar tienen un impacto real y significativo en nuestra gestión diaria.”
En cuanto a disponer productos a precios rebajados, la empresa cuenta con el programa “Pronto Consumo”, mediante el cual la supermercadista realiza descuentos de entre un 5% y hasta un 50%, sobre el precio regular, a productos que están prontos a expirar y que aún se encuentran aptos para el consumo. Actualmente, está habilitado en 300 locales a lo largo del país y se espera tener una cobertura de toda la red a fines de febrero, alcanzando más de 500 tiendas.
Están adheridos a este programa todos los productos perecibles y de producción (como panadería, pastelería y platos preparados), salvo granel y congelados, así como algunos de abarrotes. Entre los más recurrentes están el cerdo envasado, carne molida, champiñón bandeja, salchichas y tortas. Para su fácil identificación, todas las unidades asociadas al programa tienen un adhesivo de “Pronto Consumo”, que permite distinguir el precio a pagar, con el ahorro para el cliente.
Marcela Salas se refiere al éxito de este programa, señalando que “Los productos asociados al programa de pronto consumo se venden muy rápido y eso es un indicador de satisfacción de nuestros clientes frente a la propuesta. Ellos nos han manifestado que muchos de ellos modifican su intención original de compra, ya que los descuentos son relevantes e incluyen productos que suelen consumir.”
Para abarcar este desafío desde más frentes y con el objetivo de aprovechar su gran presencia a nivel nacional, SMU también ha desarrollado el programa “-Desperdicio, +Conciencia”, a través del que llega a cerca de cien fundaciones en los 300 locales que participan de esta iniciativa hoy en día a lo largo del país, mediante una alianza con Red de Alimentos y el vínculo directo con fundaciones que operan en localidades en las que la Red no tiene cobertura.
Alfonso Sánchez, Gerente de Marketing y Financiamiento de Red de alimentos, comentó que “estamos muy contentos de ser parte de esta campaña generando conciencia y juntos evitando el desperdicio de alimentos. Mediante nuestra aplicación Red Virtual, que nos permite conectar a cada local de SMU con las organizaciones sociales que están a su alrededor, esperamos seguir alimentando a más personas a lo largo de todo Chile. Hoy, gracias al apoyo de SMU, hemos logrado rescatar más de 100 toneladas de alimentos lo que ha permitido beneficiar a más de 70 organizaciones sociales con más de 13 mil personas en situación de vulnerabilidad y esperamos seguir creciendo”.
Por su parte, el Padre Freddy Lara, del hogar Pequeño Cottolengo de Quintero, estableció que “el poder acceder a la ayuda y beneficio en mercadería a través de SMU para nuestra institución que acoge 24 residentes con discapacidad mental profunda y severa, no solo ha sido primordial en la economía de nuestro hogar, sino también en el hecho de que hayan podido apoyar a un hogar como nosotros, a personas que no lo van a retribuir con un aplauso o a través de las redes sociales, sino simplemente se van a alimentar, van a poder crecer, y seguir día a día su vida. Agradecemos como institución a nombre de los residentes, de los colaboradores y de la obra de Don Orione, a SMU por darnos esta posibilidad de ayudar a nuestros residentes y comunidad”.
Asimismo, la Fundación Las Rosas, que mantiene un vínculo con la compañía de larga data, también ha sido beneficiaria de la donación de alimentos de la cadena. “La alimentación es una necesidad constante, básica e impostergable para los 2.000 residentes que viven en los 28 hogares de Fundación las Rosas. El año 2020, fue un año muy duro para nuestra institución, la pandemia afecta directamente a los adultos mayores, cerramos nuestros hogares a visitas, y junto a lo anterior disminuyeron sustancialmente las donaciones de alimentos que recibíamos. Es en ese año que comienza nuestra amistad con SMU con la entrega de alimentos y útiles de aseo a nivel nacional, que continua hasta el día de doy. Estaremos eternamente agradecidos por la colaboración que recibimos de SMU y su preocupación por los adultos mayores, gracias por invitarnos a participar en “Todos Ganan”, iniciativa que es muy significativa y valorada para nosotros”, estableció Tatiana Viveros, Directora de Desarrollo de Fundación Las Rosas.
Impacto medioambiental
Según datos de la FAO y de la Agencia Mundial del Hambre, se estima que en Chile se desperdician 63,3 kg de pan al año por familia, lo que corresponde al 16,7% del consumo promedio en la población nacional. Esto genera 1,62 millones de toneladas de basura de residuos de alimentos anuales.
De acuerdo con la ONU, se estima entre el 8 y el 10% de las emisiones globales de CO2 están asociadas con comida que no se consume, impactando negativamente en el ecosistema al acentuar el efecto invernadero, lo que reduce la dispersión de calor acumulado por la radiación solar en la superficie del planeta hacia el espacio y provoca un mayor calentamiento de la Tierra.
Durante 2021, la compañía, a través de sus filiales, evitó la emisión de 212 mil kilos de CO2, gracias a la donación de más de 74 toneladas a Red de Alimentos, beneficiando a más de 71 organizaciones y más de 13 mil personas.