¡Mira hacia arriba!: Sistema de alerta planetaria ante asteroides peligrosos ya opera desde el hemisferio Sur

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Antonia Carrillo
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Antonia Carrillo. Periodista de la universidad Diego Portales. Me gusta andar en bicicleta y hacer yoga. Creo que la sustentabilidad es lo más importante para mejorar el sistema y el planeta. Por eso estudié periodismo: para dedicarme por completo a visibilizar las acciones necesarias para crear un mundo mejor y sustentable. En periodismo encontré la posibilidad de expresarme, de expandir mi visión sobre el tema que más me importa, el medio ambiente.
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Gracias a sus nuevos telescopios en el hemisferio sur, uno de ellos ubicado en Chile, el moderno sistema de alertas de asteroides, manejado por el Instituto de Astronomía (IfA) de la Universidad de Hawái, podrá rastrear el cielo nocturno cada 24 horas en busca de cuerpos peligrosos que puedan caer a la Tierra.

El Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS, por sus siglas en inglés) financiado por la NASA, ha expandido su alcance hacia el hemisferio sur, con dos telescopios más en esta parte del globo, que se suman a los originales ubicados en Halakeala y Maunaloa, en la Isla de Hawái. La etapa de construcción de estos nuevos instrumentos, que se encuentran en Sudáfrica y Chile, ya se completó, y las operaciones iniciales se encuentran en marcha.

“Un asteroide que choque con la Tierra podría llegar en cualquier momento, desde cualquier dirección, es por eso que ATLAS rastrea el cielo completo, todo el tiempo,” señala John Tonry, profesor del Instituto de Astronomía e investigador principal de ATLAS.

Los nuevos telescopios se encuentran en la Estación de Observación de Sudáfrica y en el Observatorio El Sauce en Chile. Estos lugares fueron elegidos no solo por su acceso al cielo del hemisferio sur, sino que también por la diferencia horaria con Hawái, ya que son capaces de observar de noche mientras que en Hawái aún es de día. Gracias a estos cuatro telescopios, el sistema ATLAS, es actualmente el primer rastreador de asteroides peligrosos capaz de realizar un escaneo completo del cielo nocturno cada 24 horas. Cada uno de ellos, tiene 50cm de diámetro y pueden captar en una sola exposición un fragmento del cielo 100 veces más grande que la luna llena.

ATLAS es capaz de entregar una alerta para un asteroide de alrededor de 10 metros de diámetro, potencialmente destructor de una ciudad, con un día de antelación. Y, ya que los asteroides de mayor tamaño pueden ser detectados desde más lejos, podría entregar una alerta con más de tres semanas de tiempo para un asteroide de 100 metros de diámetro, que puede ocasionar la devastación de una región completa. En caso de colisionar con la Tierra, un asteroide así de grande podría llegar a generar una destrucción diez veces mayor que la provocada por la reciente erupción del volcán Hunga Tonga.

La Universidad de Hawái (UH) construyó los primeros dos telescopios de ATLAS en Hawái con financiamiento del Programa de Observaciones de Objetos Próximos a la Tierra de la NASA, hoy llamado Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria (PDCO) en el año 2013. Ambos instrumentos, comenzaron a funcionar en 2017.

Inauguración y primer descubrimiento en el Hemisferio Sur

Luego de varios años de operaciones exitosas en Hawái, la NASA entregó fondos adicionales al IfA para construir dos telescopios más en el hemisferio sur. El IfA buscó colaboradores para gestionar estos telescopios, y eligió al Observatorio Astronómico Sudafricano (SAAO), ubicado en Sudáfrica, y a una colaboración multinstitucional en Chile, liderada por el Instituto Milenio de Astrofísica MAS. La presencia de ATLAS potencia las importantes competencias astronómicas que ya poseen ambos países.

A pesar de los retrasos que produjeron las restricciones en los viajes debido al COVID-19 y las complicaciones que surgieron con las cadenas de abastecimiento, el equipo de ATLAS de la UH supervisó de manera remota el ensamblaje de los telescopios del proyecto, junto con sus colaboradores internacionales en Sudáfrica y Chile. En Sudáfrica, la obra fue llevada a cabo gracias al SAAO, mientras que en Chile fue posible gracias a un equipo de múltiples colaboradores, que incluyen al MAS y a ObsTech, que opera en el Observatorio privado El Sauce.

El 22 de enero, el telescopio ATLAS-Sudáfrica descubrió su primer NEO (Near Earth Objets u Objeto cercano a la Tierra por su traducción  al inglés), llamado 2022 BK, un asteroide de 100 metros de diámetro, el cual ya no representa un peligro para nuestro planeta. Hasta la fecha, el sistema ATLAS ha encontrado más de 700 asteroides cercanos a la Tierra y 66 cometas, incluyendo la detección de dos asteroides pequeños, 2018 LA y 2019 MO, que sí colisionaron con la Tierra. Este sistema está diseñado especialmente para detectar objetos que se acerquen mucho al planeta – más cerca que la distancia a la Luna, alrededor de 348.000 km.

“La necesidad de observar el hemisferio sur y expandir la cobertura horaria de ATLAS, junto con los cielos prístinos de Chile y sus recursos humanos locales, conformaron el escenario ideal para que uno de los nuevos telescopios pudiese instalarse en territorio nacional,” señaló Alejandro Clocchiatti, investigador asociado del Instituto Milenio de Astrofísica, quién es además es profesor de la Universidad Católica y co-líder de ATLAS en Chile.

Nuevos telescopios, más descubrimientos

En Sudáfrica, las instalaciones de ATLAS se suman a un conjunto de telescopios de clase mundial, ubicados en la Estación de Observación de Sudáfrica, liderado por el Gran Telescopio Africano. “Nos entusiasma unirnos a la red de ATLAS y convertirnos en parte de los esfuerzos mundiales para identificar asteroides potencialmente peligrosos. Los descubrimientos adicionales de fenómenos astronómicos transientes que ATLAS ofrece, se alinean bien con las políticas emblemáticas del proyecto del Observatorio Inteligente de SAAO, cuyo objetivo es modernizar, robotizar e interconectar nuestros diversos telescopios para así alcanzar un rápido seguimiento en las observaciones de todos los transientes detectados en el cielo nocturno del hemisferio sur,” explicó Nic Erasmus, astrónomo de SAAO y líder del proyecto ATLAS en Sudáfrica.

A pesar de que el proyecto fue financiado para la búsqueda específica de objetos cercanos a la Tierra, los datos entregados por los telescopios de ATLAS se han convertido en una de las fuentes principales para el rastreo de otros fenómenos astronómicos. Los investigadores han hecho uso de este valioso conjunto de datos, escaneando el cielo completo para descubrir interesantes eventos que suceden muy lejos de nuestro sistema solar. El equipo ATLAS también colabora con la Universidad Queen’s Belfast para la búsqueda de estrellas explosivas y otros llamativos eventos de corta duración.

Mientras los dos nuevos telescopios del proyecto han comenzado sus operaciones científicas tempranamente, aún no están completamente funcionales. Dependiendo del clima, se necesitarán algunas semanas, o incluso meses, para calibrar el sistema, y así obtener una máxima sensibilidad y certidumbre. Luego de eso, el sistema será capaz de descubrir nuevos objetos cercanos a la Tierra a una tasa de uno cada pocos días. 

Los nuevos telescopios de ATLAS se suman a otros sistemas de rastreo terrestre, además de otros sistemas de última generación para el rastreo de objetos cercanos o NEOs que se encuentran en preparación. Según cuenta Larry Denneau, co-investigador principal de ATLAS, “afortunadamente, la búsqueda de NEOs es un esfuerzo colaborativo de nivel mundial, y la mejora de ATLAS complementa los ya existentes programas para la búsqueda terrestre de estos objetos, específicamente el telescopio de sondeo panorámico Pan-STARRS y el Catalina Sky Survey, ubicado en Tucson, Arizona. Todos estos sistemas poseen diferentes especialidades, y juntos, trabajarán para mantenernos a salvo de asteroides peligrosos que podrían caer, con días o décadas de antelación”.

El equipo internacional de ATLAS es liderado por el Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái. La estación chilena es financiada en parte por el Instituto Milenio de Astrofísica (MAS), y se encuentra en el Observatorio El Sauce, operado por Obtech, con colaboradores académicos de la Universidad Andrés Bello, Universidad de Chile, Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad Adolfo Ibáñez y del Observatorio Europeo Austral. La estación ubicada en Sudáfrica fue construida y manejada por el Observatorio Astronómico Sudafricano (SAAO), que pertenece a la National Research Foundation (NRF) de Sudáfrica.

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