El proyecto “Jardín de Aves, comederos y bebederos sustentables”, del Jardín Infantil “Cruz del Sur” de Talcahuano, región del Bio Bio, se adjudicó el premio a la Educación para el Desarrollo Sostenible en la primera infancia “Mi Patio es el Mundo”; la iniciativa promueve el estudio y cuidado de aves utilizando material reciclado.
La cuarta edición del Premio “Mi Patio es el Mundo” fue realizado por la Organización Mundial para la Educación Preescolar- OMEP- junto a Grupo Arcor en Uruguay y Paraguay, Fundación Arcor en Argentina y Chile e Instituto Arcor Brasil, busca dar visibilidad a proyectos de instituciones dedicadas a la Atención y Educación de la Primera Infancia, que sean creativos e innovadores y cuyas buenas prácticas contribuyan a la instalación y/o mejora de la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) para la primera infancia.
Es así como el proyecto “Jardín de Aves, comederos y bebederos sustentables”, del Jardín Infantil “Cruz del Sur” de Talcahuano, ganó el premio Edición 2021, el cual beneficia a 48 niños y niñas, del establecimiento. La iniciativa, consiste en la elaboración de comederos y bebederos de aves, sustentables, creados con materiales de desecho que el mismo jardín infantil genera, lo que se ha visto aumentado en tiempo de Pandemia. Se trabajó con envases de alcohol gel, cloro, detergentes y limpiadores. Además, el proyecto tiene un vínculo con el contexto territorial, puesto que la unidad educativa está situada en las cercanías del humedal urbano “Rocuant- Andalién” sector El Morro de la comuna de Talcahuano.
Sara Rivera, Directora del Jardín que forma parte de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) y coordinadora de la iniciativa comentó la génesis de este trabajo: “Nace de la idea de los propios niños y niñas, de su interés por observar las aves que llegan hasta el Jardín, de conocerlas y nos dimos cuenta que eso les provocaba mucha calma. Entonces con las conversaciones que tuvimos con ellos, fuimos intencionando el trabajo que nos llevó a desarrollar este proyecto”.
¿Cómo evalúan el impacto del proyecto en contribuir al cuidado del Medio Ambiente?
A partir de este proyecto, se generan conductas y aprendizajes que contribuyen al cuidado del medioambiente. Con los bebederos, las aves se acercan a tomar agua y eso permite que los niños y niñas las puedan conocer más de cerca, desarrollando al mismo tiempo conductas de cuidado hacia las aves. Por tanto todos esos aprendizajes en primera infancia tinen un impacto profundo porque ayudan al cuidado y conservación de las aves.
¿Qué importancia tiene el desarrollo de este tipo de proyectos en la primera infancia?
Es tremendamente importante porque no solamente habla de conservación, biodiversiadad, de cuidado del medioambiente, reciclaje, sino que también habla de aprendizajes colaborativos, de trabajar con el otro. El niño y niña se empoderan de su rol protagónico donde son los actores y artifices de su propio aprendizaje. Tiene una mutiplicidad de aprendizajes, no solamente medioambientales, sino que también valóricos.
¿Qué les parece ser ganadores del Premio Mi Patio es el Mundo?
Es un orgullo, nos posiciona como un jardin infantil potente que a partir de herramientas sencillas, de la escucha de las voces de la infancia, genera proyectos que ganan y se codean con otros establecimientos educativos de Latinoamérica. Nos hace visibilizar que con cosas muy sencillas se pueden sacar grandes ideas, que sin duda seguiremos replicando.
Cabe mencionar que a nivel país también se adjudicó una mención honrosa el Jardín Infantil “Cerro Ñielol” de Temuco, con el proyecto “Con el agua nos empapamos de vida: Reutilicemos desde la infancia para un mejor futuro”.