Geóloga explica la importancia de monitorear zonas con riesgo de aluviones

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Antonia Carrillo
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Antonia Carrillo. Periodista de la universidad Diego Portales. Me gusta andar en bicicleta y hacer yoga. Creo que la sustentabilidad es lo más importante para mejorar el sistema y el planeta. Por eso estudié periodismo: para dedicarme por completo a visibilizar las acciones necesarias para crear un mundo mejor y sustentable. En periodismo encontré la posibilidad de expresarme, de expandir mi visión sobre el tema que más me importa, el medio ambiente.
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El cambio climático ha incentivado la ocurrencia de estos fenómenos, gracias a la sequía prolongada y las lluvias veraniegas muy fuertes y a mayor altura.

Uno de los casos más recurrentes es el Cajón del Maipo, donde “es necesario monitorear el área, ya que los últimos años ha sido considerable el aumento de la población en áreas montañosas”, explica Alejandra Serey, geóloga e investigadora postdoctoral de la Universidad Estatal de O’Higgins (UOH).

Las imágenes llegadas, hace unos días, desde Machu Picchu y sus alrededores, recordaron una realidad recurrente en Chile: la posibilidad de aluviones en época estival. Y uno de los centros neurálgicos de este tipo de acontecimientos es el Cajón del Maipo, en la Región Metropolitana.

“Es necesario monitorear esa área porque en los últimos años ha sido considerable el aumento de población en las zonas montañosas. El peligro de aluviones siempre está presente, históricamente lo sabemos, y es necesario monitorear, en especial con el cambio climático que ha significado sequía en el sector y un aumento de lluvias intensas y ciclónicas en verano, que aumentan el riesgo”, puntualiza la experta.

La geóloga indica que el monitoreo asegura estar prevenidos ante eventos peligrosos, como lo son los aluviones, ya que en verano “hay mucha población que utiliza las quebradas más propensas o con mayor peligro de que estén en un camino de flujo de detritos (un tipo de proceso de remoción y transporte en masa de sedimento controlado por la gravedad), cuando ocurren estas lluvias intensas”, comenta.

Según explica la experta, estas lluvias intensas –que se producen en época estival- permiten “que se activen las quebradas y como en invierno ya no llueve como era costumbre históricamente, hay material disponible cuando se generan estas lluvias y el riego de aluviones es latente”.

“De allí que el monitoreo es urgente para dar alerta oportuna a la población cuando se generan este tipo de peligros. Debemos recordar que estos eventos son sumamente rápidos en su origen y un aviso preventivo con gran anticipación permite salvar vidas”, indica Serey.

Además, explicó, “en temas geológicos, en Chile estamos bastante expuestos. Somos unos de los países más sísmicos del mundo, tenemos distintos tipos de terremotos, por subducción y por fallas activas, como San Ramón, y por ende tenemos peligros de deslizamientos, lo que pueden ser como aluviones o flujos de detritos, sin contar los de incendios forestales, las avalanchas de nieve y los tsunamis”, explica Alejandra Serey, geóloga e investigadora postdoctoral de la Universidad Estatal de O’Higgins.

Por ello, asegura que la creación del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN), que generó el primer mapa multi-amenazas del Cajón del Maipo, es un aporte considerable para la prevención de desastres y salvar vidas humanas, y que además considera una plataforma donde todas las personas e instituciones públicas puedan acceder de forma fácil y entendible a este tipo de datos.

Trágico aniversario

El pasado 31 de enero se cumplió un año de los aluviones que afectaron a la comuna de Malloa, en la Región de O’Higgins, y que fueron un punto de inflexión para la zona.

Tanto así, que llevaron a las autoridades y la academia a establecer acciones de respuesta, que han sido trabajadas por investigadores/as, memoritas y académicos/as del Instituto Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Estatal de O’Higgins y por expertos de la Oficina Nacional de Emergencias, Onemi.

El objetivo general es desarrollar un plan específico ante situaciones de emergencia por remoción de masas y una de las primeras acciones es la elaboración de un mapa unificado y simplificado de la geología de la Región de O’Higgins a escala 1:250.000, junto a un catastro de los flujos de detritos y remociones en masa para la zona.

La geóloga Alejandra Serey cree que el desarrollo de este plan “surge desde la necesidad de proporcionar protección a la comunidad, sus bienes y al medio ambiente, necesidad que se plasmó en mayor medida debido a la tormenta ocurrida durante la etapa estival del año 2021, que ocasionó daños importantes en varias zonas y en especial en comunas emplazadas en el margen oriental de la cordillera de la costa”, comenta.

“Es fundamental que los distintos organismos públicos interactuemos y trabajemos colaborativamente e interdisciplinariamente, especialmente en O’Higgins, donde hay muchísimo por hacer, sobre todo en el tema de los peligros geológicos. El cambio climático está sucediendo y debemos prepararnos al aumento de flujos de detritos generados por lluvias en verano. Sumado al hecho que somos uno de los países más sísmicos del mundo, por lo tanto, tenemos además el peligro de remociones en masa gatilladas por terremotos, tanto de subducción como cortical superficial”, finaliza Serey.

ECOLÓGICA

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