En entrevista con Diario Sustentable, el fundador y director ejecutivo de Alianza.la, Hernán Millas, aborda la importancia de analizar los desafíos y proyectar los avances para otorgar mejores servicios de salud a las personas.
En los últimos años, y especialmente aceleradas producto de la pandemia, se observan importantes innovaciones tecnológicas en el mundo del trabajo, del comercio, de la educación a distancia, entre otros ámbitos de la vida y manera de interactuar de las personas. Algo en lo que pareciera que los proveedores de salud aún no dan grandes saltos. Según el doctor John Glaser, líder en transformaciones digitales en el mundo de la salud y profesor de la Escuela de Medicina de Harvard, gran parte de los proveedores de salud han ignorado que deben brindar una excelente experiencia a los pacientes además de un gran cuidado, lo que requerirá expandir las capacidades de sus servicios digitales.
A modo de ejemplo, los pacientes que utilizan un portal de salud electrónico esperan más que solo ver los resultados de sus exámenes. Quieren saber si están bien, en qué deberían concentrarse, cuándo debieran tomar la próxima hora médica, entre muchas otras cosas.
Es justamente en estos ámbitos donde la tecnología y la innovación tienen mucho que aportar. Una empresa chilena, en gran parte operada desde la cuenca del Lago Llanquihue en el sur de Chile, y especializada en innovación y marketing de resultados, se encuentra trabajando en alianza con establecimientos de salud a nivel internacional para mejorar los servicios a los pacientes. Se trata de Alianza (www.alianza.la) y entrevistamos a Hernán Millas, fundador y director ejecutivo, acerca de los desafíos a sortear para proyectar los sistemas de salud del futuro.
¿Qué lecciones entregó la pandemia a los proveedores de salud?
En primer lugar, la pandemia nos mostró lo análogo que es gran parte de los servicios de salud. Estamos atrasados en la digitalización de los servicios, especialmente en cuanto a agendamiento o seguimiento de los procedimientos de salud. Podríamos estar ya avanzando en un hospital digital, con una concepción más moderna de lo ubicuo y de la temporalidad. Hoy un especialista de cualquier parte de Chile o del mundo puede ver a un paciente de manera digital, para disponer de ello debemos dar un salto tecnológico.
Sin embargo, ese gran salto debe tener en perspectiva equilibrar y tener sistemas híbridos. Esto significa poder identificar desde lo digital cuando es necesario pasar a algo más análogo. Se habla de “humanizar” la experiencia del paciente cuando necesita algo de un establecimiento de salud, no todo es un click. Lograr ese equilibrio es el desafío.
Luego, la pandemia vino a relevar un aspecto fundamental de la salud y que es ejercido por los profesionales que están más en lo técnico, como enfermeros, terapeutas, técnicos en imágenes, de laboratorio o de alimentación. Cada uno de ellos es parte de la gran red que permite prevenir, controlar, hacer seguimiento o tratar enfermedades de los pacientes.
¿Cuáles son los principales retos para una mejor salud y un mayor bienestar de las personas?
Un desafío tiene que ver con la importancia de la salud preventiva. Al estar colapsados los sistemas de atención durante 2020 y parte de 2021, pasó mucho tiempo sin que las personas se pudieran hacer controles y entonces el resultado es que se dispararon los casos de aquellas enfermedades que se pueden prevenir.
En segundo lugar, avanzar en una base de datos universal. Hoy todo está atomizado y la salud es algo integral, y que tiene que ver también con información familiar, de contexto, de vulnerabilidades. Toda esa información puede ser de gran utilidad para el personal médico en beneficio de la salud de las personas.
Finalmente, y quizás algo más profundo porque tiene que ver con un cambio cultural que desafía a doctores, a las instituciones públicas y privadas y a los pacientes, se trata de cambiar la perspectiva desde un enfoque en la enfermedad a un enfoque en la salud. Existe una agenda internacional impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible para avanzar en promoción de salud, con mayor y mejor información para que las personas puedan tomar las decisiones que tienen efectos en su salud física y mental y en la de sus familias. Ese es uno de los mayores retos.
