Desde 2020, el Ministerio del Medio Ambiente y el proyecto GEF Humedales Costeros, están trabajando en la primera Guía de Buenas Prácticas ambientales dedicadas a los sectores de Turismo y de Construcción.
El Ministerio del Medio Ambiente junto a el Proyecto GEF Humedales Costeros, han elaborado la primera guía de buenas prácticas ambientales para los sectores de turismo y construcción cuando estos están asociados a humedales, con el fin de que puedan contar con herramientas de aplicación práctica para que sus actividades se hagan con respeto y cuidado de estos sitios ramsar.
A este trabajo que se viene realizando desde el año 2020, se han sumado diversos sectores como el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, la Dirección de Obras Portuarias del MOP, Bienes Nacionales, la Subsercretaria de Turismo, entre otros. Además han participado expertos nacionales y extranjeros, dando por resultado esta primera versión, la cual se podrá poner en práctica en distintos ecosistemas.
Resulta crucial dotar a ambos sectores de información clara y oportuna que ayude no solo a conocer las principales características de los humedales, sino que facilite su acercamiento a la riqueza endémica de estos sitios, el aporte que realizan sobre todo como reservorios de agua, pero además que guíen procesos de intervención con miras a minimizar su impacto y considerar enfoques sustentables, como parte de una conciencia ambiental y social, que contribuirá a un mejor desarrollo de las economías, y sobre todo a una gestión y manejo adecuado de nuestros ecosistemas y patrimonio natural.
Las principales preocupaciones derivadas de las actividades que se desarrollan sobre humedales costeros y sus áreas ribereñas tienen que ver con cambios en la vegetación, afectando los hábitats de la vida silvestre, perturbación de la fauna del humedal, cambios en la “cantidad y calidad de agua” o balance hídrico, que altere la naturaleza del humedal, la ecología y la sustentabilidad de la vida silvestre, declaró la ministra de medio ambiente.
Por eso es fundamental entregar las herramientas necesarias para que estos sectores productivos tengan claridad de esta serie de medidas a las cuales se enfrentan a la hora de ejercer actividades cerca de un humedal costero. No solo se altera la biodiversidad de este sitio de conservación, sino también a las comunidades aledañas, puntualizó la autoridad ambiental.
Si bien cada situación es específica para cada sitio, dependerá principalmente del tipo de humedal, su tamaño, su sensibilidad y la naturaleza de las actividades que se realicen la aplicación de esta guía de buenas prácticas. Es fundamental que quienes levanten proyectos cerca de estos sitios busquen la asesoría de un profesional del área ambiental para ayudarle a determinar las mejores prácticas en sus circunstancias particulares.
Para el sector de la construcción, el primer paso para la protección de los humedales es reconocerlos y caracterizarlos ambientalmente, particularmente en el área donde se emplaza el proyecto o actividad. El levantamiento de información le permitirá estar alerta de los valores ambientales del humedal y, de este modo, planificar de forma apropiada todas las acciones y etapas del proyecto. Para el caso del sector turismo y las actividades recreacionales es importante conocer los límites del humedal y sus áreas ecológicamente relevantes, esto permitirá contar con información valiosa para brindar al público respecto de los valores ambientales y la importancia del ecosistema.
La protección y el uso racional de los humedales costeros es fundamental para asegurar el bienestar de las personas que viven cerca de ellos y que se benefician de los múltiples servicios ecosistémicos que nos entregan. Estos cuerpos de agua albergan el 40% de la biodiversidad global, así como la mitad de las aves y dos tercios de los peces del planeta. Protegerlos permitirá preservar la vida en la Tierra y hacer frente de mejor forma al cambio climático