Alfredo Carrasco es una de las 176.870 personas que vive con discapacidad en la región de O’Higgins. Desde niño se ha dedicado al cultivo de melones, sandías y lechugas.
La importancia por la inclusión en cada uno de los espacios en que convivimos también se hace presente en los campos y en la agricultura nacional, es por ello, que la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), destaca el caso de Alfredo Carrasco, un joven de 26 años que hoy desarrolla una innovación educativa en la Quinta de Tilcoco, región de O’Higgins.
Alfredo Carrasco es una de las 176.870 personas que vive con discapacidad en la región de O’Higgins, es decir, el 19,9% de la población total de 2 y más años.
En esa línea, hoy, Alfredo incentiva a todas las personas con discapacidad y que son activas en el sector silvoagropecuario y la cadena de valor asociada que sí es posible la innovación. “Desde el 2019 soy un joven innovador, cuando postulamos al fondo Jóvenes Innovadores de FIA. Nuestro proyecto consiste en Farmhability y busca trabajar con las personas con discapacidad haciéndolas partícipe del mundo rural nuevamente. Nuestro proyecto llevó a cabo la habilitación de un espacio de 270 mts2 que busca la productividad con sistemas hidropónicos de raíz flotante en mesas de cultivo que permiten el correcto funcionamiento y desplazamiento de quienes la visiten”.
Historia
Mientras estuvo más de 20 días en la clínica por un accidente de ciclismo de montaña que lo dejó parapléjico, el agricultor gracias a su resiliencia decide crear una innovación rural inclusiva que permita desarrollar un modelo de negocios inclusivo a través de la implementación de una estrategia de producción y comercialización de hortalizas de nicho que permita la consideración de las personas en situación de discapacidad (PeSD) en la ciudad capitalina de O’Higgins. “Todo fue muy fuerte ya que perdí mi movilidad de un día para otro, pero tenía que continuar, tenía que pensar”, dice Carrasco, quien luego de varios meses de trabajo logra la primera parte de lo que en su momento era sólo una proyección.
Finalmente, el director ejecutivo de FIA, Álvaro Eyzaguirre, sostiene que “las experiencias personales son una herramienta primordial para pensar ideas disruptivas que insten a construir innovaciones que desarrollen cada día a nuestro sector. Además, desde que la Fundación inició su proceso de modernización en 2018 las acciones se han dirigido de cara hacia las reales necesidades de la ciudadanía en todas las regiones, y este caso es una prueba latente de ello”.