El informe de progreso del Compromiso Global para el plástico muestra que, después de décadas de crecimiento, el uso de plástico virgen parece haber alcanzado su punto máximo en 2021 para las marcas y los minoristas signatarios del Compromiso Global y está previsto que se reduzca en casi un 20% para 2025.
Los avances se deben en gran medida al reciclaje, pero esto no es suficiente para resolver el problema de la contaminación plástica; hay que centrarse mucho más en la eliminación urgente de los envases y empaques de un solo uso.
Detrás de los llamados a un acuerdo global sobre la contaminación plástica, hay un movimiento nunca antes visto
Las marcas y los minoristas signatarios del Compromiso Global han reducido colectivamente su consumo de plástico virgen en los envases y empaques por segundo año consecutivo, según nuevos datos.
Tres años después del lanzamiento del Compromiso Global por una Nueva Economía del Plástico, la Fundación Ellen MacArthur y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente constataron que el uso de plástico virgen había alcanzado su punto máximo para sus signatarios y que ahora se encontraba en una tendencia a la baja.
Esta trayectoria se verá acelerada por los nuevos compromisos que prevén que el uso de plástico virgen se reduzca en casi un 20% para 2025, en términos absolutos, en comparación con 2018. El establecimiento de un objetivo de reducción se ha convertido en una obligación para los 65 signatarios del Compromiso Global en 2021.
Cuando se combina con el impacto de los compromisos existentes, se estima que aumentar las ambiciones a este nivel evitará que se produzcan [8] millones de toneladas de plástico virgen cada año para 2025. Esto equivale a mantener [40] millones de barriles de petróleo en el suelo.
Aunque esta reducción del uso de plástico virgen es una tendencia positiva, los avances actuales y previstos se basan en gran medida en el cambio de plástico virgen a plástico reciclado. Esto es sólo una parte de la solución, pero no aborda la cantidad total de envases y empaques de plástico en el mercado. Hay muy pocas evidencias de esfuerzos ambiciosos para reducir la necesidad de envases de un solo uso en primer lugar. Menos del 2% de los envases de plástico de los signatarios del Compromiso son reutilizables, y para más de la mitad de los firmantes, este porcentaje es del 0%.
Dame Ellen MacArthur, fundadora y presidenta del consejo de administración de la Fundación Ellen MacArthur, dijo “No vamos a solucionar la contaminación plástica mediante más reciclaje. La eliminación de los envases de un solo uso es una parte vital de la solución. Resulta alarmante que nuestros informes muestran la escasa inversión en este sentido. Necesitamos centrarnos de forma mucho más urgente en la innovación de origen, al comienzo de las cadenas, para replantearnos cómo suministrar productos sin envases o utilizando envases reutilizables. Esto no sólo nos permite diseñar la eliminación de los residuos, sino que también podemos diseñar la eliminación de las emisiones de carbono y crear nuevas oportunidades comerciales. Reemplazar solo el 20% de los envases de un solo uso por envases reutilizables representa una oportunidad estimada en 10.000 millones de dólares”.
Iniciativas voluntarias como el Compromiso Mundial han empezado a generar estos cambios. Pero un gran número de empresas y países han reconocido que las iniciativas voluntarias no son suficientes para resolver el problema. Los signatarios del Compromiso Global son responsables de algo más del 20% de los envases de plástico del mundo. Necesitamos una respuesta global coordinada para que toda la industria y todos los gobiernos actúen a la escala y el ritmo necesarios.
Existe un movimiento sin precedentes detrás de un acuerdo mundial sobre la contaminación por plásticos. Más de 80 empresas líderes y 119 gobiernos nacionales han pedido un acuerdo global para abordar la contaminación por plásticos, y más de 2 millones de personas han firmado una petición pública en apoyo. La UNEA 5.2, que se celebrará en febrero de 2022, es el momento crucial en el que los gobiernos decidirán los siguientes pasos, entre ellos el de iniciar una negociación intergubernamental para un acuerdo mundial.
Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, dijo: “El Compromiso Global nos está mostrando que la acción voluntaria concertada de los actores de toda la cadena de valor, incluidos los gobiernos, puede cambiar el nivel de la lucha contra la contaminación plástica. Los esfuerzos de todos los signatarios del Compromiso por informar de sus progresos de forma transparente y con métricas acordadas son realmente encomiables, y un gran ejemplo del que aprender. Los precursores también están demostrando que podemos disociar los beneficios que obtenemos de los envases de plástico del consumo de plástico virgen, y esto es revolucionario. Pero la acción de estos precursores puede ser impulsada por un enfoque integral, inclusivo y global.