“Queremos revolucionar la forma de hacer agricultura para producir alimentos honestos, combatiendo el cambio climático en colaboración con la comunidad”, explica Pablo Albarrán, fundador de Ecoterra.
La startup chilena Ecoterra busca cambiar la vida de los productores y el futuro de la economía agrícola, a través de una estrategia de desarrollo de alimentos de verdad, por medio de una metodología colaborativa y escalable, basada en las predicciones de demanda y contratos de compra justa. Hoy, la empresa está revolucionando el mercado de los ovoproductos y lácteos de vaca y cabra, bajo un modelo productivo marcado por tres grandes pilares: bienestar de los animales, economías colaborativas y equitativas con pequeños productores, y mediciones de impacto ambiental.
Esto llevó a Ecoterra a innovar y convertirse en pionera, al liberar a las gallinas de las jaulas, lo cual les permitió sacar al mercado los primeros huevos de libre pastoreo y hace muy poco los primeros huevos orgánicos. Por otro lado, sus lácteos provienen de sistemas que respetan al máximo la vida de las vacas y cabras que producen la leche, siendo referentes a nivel latinoamericano. “Nuestro objetivo es producir alimentos como fueron diseñados por la naturaleza, pero respetando el bienestar de los animales que los producen bajo estrictas normas internacionales basadas en criterios científicos”, explica Pablo Albarrán, fundador de Ecoterra.
Con aquello, la empresa busca guiar su producción de alimentos con un sentido ético, dejando atrás los antiguos cánones de productos que provienen de sistemas de alta densidad de animales, que impiden el desarrollo de sus comportamientos naturales, con uso de químicos nocivos, antibióticos y hormonas, quebrando el equilibrio natural de su cuerpo y, por ende, de la naturaleza.
“Queremos revolucionar la forma de hacer agricultura para producir alimentos honestos, combatiendo el cambio climático en colaboración con la comunidad. Buscamos ser un motor de cambio en los hábitos alimenticios, que impacten la salud de nuestros clientes y del medioambiente”, añade Albarrán.
En esa misma línea, agrega que “a través de nuestra metodología, queremos estimar demanda y acortar las cadenas de distribución, logrando precios justos para la pequeña agricultura y neutralizando los desperdicios de alimentos, pero también siendo justos con el consumidor, con un producto completamente natural, sin antibióticos ni hormonas, y donde los animales son criados en sistemas muy parecidos a donde evolucionaron, lo que hace que ellos sean parte de un ecosistema vivo, que mejora año a año su fertilidad. Y convirtiendo el impacto negativo en positivo. Nos enorgullece contarles que fijamos 4.500 toneladas de CO2 en praderas y bosques, además de contar con más de 50 mil animales libres de sistemas intensivos”.
A nivel de cifras, en comparación con 2020, Ecoterra ha logrado un crecimiento de 35%, llegando a una venta de US$3 millones en los últimos 12 meses, con presencia en las grandes cadenas del retail y también en las minoristas. Además, proyecta expandir su modelo de negocio a Colombia, México y EEUU, considerando que el mercado ético de huevos y lácteos en estos países, sumando a Chile, es de US$50 billones. Por último, con una valorización de US$15 millones, la empresa busca una ronda de inversión por US$3.6 millones para ventas y marketing, nuevos desarrollos y equipamiento e infraestructura.