El Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad Técnica Federico Santa María, ha desarrollado más de 70 proyectos de base científico-tecnológica para diversas industrias y su equipo de investigadores ha creado 4 empresas spin off que apuntan al uso eficiente de energías renovables, dispositivos médicos, tecnologías en salud y la mejora de procesos industriales, entre otras.
En poco más de 7 años de vida, el Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Electrónica- AC3E- de la Universidad Técnica Federico Santa María -USM- ha ejecutado más de 70 proyectos tecnológicos con empresas de distintos sectores productivos. Desde sus laboratorios han surgido 4 empresas de base científico-tecnológicas con productos que buscan salir al mercado. “Se trata de una serie de iniciativas, desarrollos y soluciones científico-tecnológicas que aplican eléctrica y electrónica avanzada para integrar sensores, inteligencia artificial, automatización, robótica, análisis de datos entre otras capacidades que se desarrollan en el AC3E, con el objetivo de que se transformen en herramientas que ayudan a empresas y organizaciones a elevar su competitividad, incrementar la eficiencia y calidad de sus procesos, y a desarrollar nuevos productos”, asegura Oscar Solar, gerente general del AC3E, “por eso hoy es clave que los sectores productivos utilicen la I+D que desarrolla la ciencia chilena para resolver o incluso anticipar problemas complejos y no convencionales, que es lo que hacemos en el AC3E”, agrega.
El Centro fue creado por un grupo de académicos de la Universidad Técnica Federico Santa María en 2014, en el marco del Programa de Financiamiento Basal para Centros Científicos y Tecnológicos de Excelencia de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID, que busca potenciar el desarrollo económico de Chile a través de un financiamiento substancial y de largo plazo, proporcional a las necesidades e impacto esperado de grupos interdisciplinarios de I+D, organizados en centros de mínimo 6 investigadores titulares, alojados primordialmente en universidades chilenas.
El AC3E reúne al mejor talento en ingeniería eléctrica y electrónica del país, cuyo trabajo espera generar un alto impacto en las áreas de Energía, Tecnologías para la Salud e Industria Inteligente. “Hemos trabajado para contribuir al desarrollo de innovación y transferencia tecnológica del país y acercar los resultados científicos a la realidad de la sociedad y las necesidades de la industria. Son varias las empresas nacionales que han confiado en nosotros para apoyarlos en resolver temas complejos de alta especialización. Esto nos ha llevado a alcanzar importantes resultados como obtener el Premio Nacional de Medio Ambiente Recyclápolis 2020, en la categoría de Electromovilidad; contar con 4 empresas spin off con desarrollos que buscan salir prontamente al mercado y haber recibido en 4 ocasiones el premio Mejor Innovación o Desarrollo Tecnológico, otorgado por la Asociación de la Industria Eléctrica-Electrónica, AIE ”, afirma Solar, agregando que estos resultados podrían ser aún mayores, si más empresas y organizaciones conocieran como la academia puede ser un aliado estratégico identificar sus oportunidades, abordar sus desafíos más críticos y conducirlas hacia la transformación digital. “Hay cada vez más empresas visionarias que aplican la I+D como un proceso necesario para crecer, posicionarse y ser más competitivos, lo cual es un gran paso. En ciertos casos, especialmente en los cuales no existen soluciones estándar en el mercado, el proceso de I+D interno puede resultar costoso, lento y, sobre todo, desviar a la empresa y a sus ejecutivos de su foco de negocio. Es para ello que los Centros de Investigación Avanzada existimos: para aplicar nuestro conocimiento de frontera y capacidades altamente especializadas para apoyar a la industria, al país y a la sociedad en situaciones complejas. Esto es lo que hace el AC3E, aportando con soluciones futuristas en problemas del presente con foco en ingeniería eléctrica y electrónica, que son áreas que impactan transversalmente a cualquier industria”, comenta el ejecutivo.
En un periodo en que las distintas industrias y sectores se han puesto a prueba debido a la contingencia sanitaria provocada por la pandemia, la ciencia y la tecnología han adquirido un rol protagónico. Según comenta Solar, es una oportunidad “enorme” para el país. “Ojalá no recurramos a la ciencia solo para resolver catástrofes y problemas inminentes, sino como una práctica sistemática para trabajar en su prevención, para planificar e implementar la diversificación de nuestra matriz productiva nacional, para apoyar a empresas e instituciones con el propósito de fortalecer su propuesta de valor y anticiparse a cambios cada vez más frecuentes y disruptivos. Con los desarrollos científicos que se han conseguido en el AC3E, podemos acelerar sus procesos de innovación”, manifiesta el gerente general de AC3E.
De la Academia al Mercado
Además de los desarrollos tecnológicos que impactan en la industria y sociedad, el AC3E contribuye activamente en el debate de políticas públicas, a través de la participación de sus investigadores en Comités Asesores Ministeriales; Comisión del Senado para la confección del Plan Nacional Estratégico de Inteligencia Artificial para Chile y como uno de los miembros, en representación de la Universidad Técnica Federico Santa María en la Mesa Regional de Electromovilidad para la V región. Todas estas instancias permiten al Centro acercar el conocimiento al desarrollo y crecimiento del país.
Una de las empresas de base científico tecnológica que se creó al alero del AC3E, es Sun and Play, con el objetivo de eliminar la dependencia de baterías alcalinas y otras que contengan materiales pesados perjudiciales para el medio ambiente, a través de energy harvesting, el cual permite crear dispositivos electrónicos de alta tecnología que minimicen la contaminación por uso de baterías o pilas y los costos de mantenimiento e instalación, que muchas veces son una barrera de entrada para implementar proyectos de gran envergadura.
En el sector salud, la spin off Lanek, ha generado 4 dispositivos, entre los que se encuentran un uno capaz de monitorear ambulatoriamente el uso de la voz en una persona durante su actividad cotidiana; otro con forma de biberón, capaz de medir nivel de succión de un recién nacido, parámetro fundamental para dar de alta a un bebé prematuro; VibeBrain, dispositivo de neuromodulación con forma de pulsera que mitiga los efectos de la fatiga; y un sistema de análisis que identifica cómo se mueve una persona al correr, permitiéndole corregir malas posturas.
Otra de las empresas que nacieron bajo el alero del Centro es Simbiótica, cuyo principal objetivo es la creación de herramientas tecnológicas que contribuyan a la práctica médica y a democratizar el acceso a la medicina de especialidad con innovaciones que permitirían, entre otras cosas, enfrentar la falta de especialistas, sobre todo al momento de una atención de urgencias, y entregar a los profesionales de salud sistemas de diagnóstico más específicos para una mejor atención.
Finalmente, Electroveja Labs, que da vida a innovaciones que tengan impacto positivo en la vida de las personas, a través del uso y desarrollo de nueva tecnología para creaciones artísticas.
Actualmente, a raíz de la crisis sanitaria que afecta al país, decidió implementar el desarrollo de herramientas destinadas al uso de realidad aumentada en educación, para la comunicación de contenidos de una forma novedosa e interactiva que motive a los estudiantes, en particular de educación básica, tanto de forma presencial como online.
Según señala Óscar Solar, gerente general del AC3E, es precisamente ahora que la investigación científica-tecnológica que están desarrollando en el campo de la ingeniería eléctrica y electrónica, tiene un rol protagónico. “Todos somos testigos del proceso de transformación que vive la sociedad y la economía, donde la tecnología cobra mayor relevancia en todas las dimensiones de nuestra vida cotidiana y en los procesos industriales, y donde todo se hace de forma más remota, autónoma y controlada. El sector productivo puede tener un aliado para desarrollar su I+D y entregar nuevos productos y soluciones para su negocio y el bienestar de sus clientes”, afirma el ejecutivo.