Rafael Gubelin, gerente de Operaciones 3PM, Unilever Chile
Hace más de 10 años en Unilever nos propusimos hacer de la vida sustentable algo cotidiano. Para lograrlo debíamos gestionar una serie de metas con las que nos desafiamos a avanzar, una de ella tenía que ver con el uso eficiente del agua como recurso. Y, si bien hemos avanzado mucho, eso no nos frenó a ponernos nuevos desafíos y actualizar nuestras metas, porque sabemos que podemos hacer más y el planeta lo requiere.
Lo primero fue entender que proteger y preservar el agua debe ser un compromiso de toda la cadena de valor, de otro modo los esfuerzos pierden su efectividad. En nuestro caso se trata de involucrar también a los consumidores y el uso que hacen del agua cuando ocupan nuestros productos. No ha sido fácil, si bien logramos cumplir dos de las metas que nos establecimos en 2010: reducir el volumen de agua absoluto y reducir el uso de agua para el lavado en el uso de nuestros productos, a pesar de los grandes esfuerzos no logramos reducir el uso del agua entre los consumidores en los niveles que nos propusimos, aún cuando desarrollamos productos específicos para eso. Todavía tenemos ese gran desafío por delante.
Sin embargo, logramos entender que para alcanzar resultados efectivos y de largo plazo, es fundamental repensar la forma en la que estábamos trabajando a nivel industrial, y logramos nuevas e importantes reducciones de consumo de agua gracias a eso. Por ejemplo, aunque parezca simple, mientras menos suciedad, menos hay que lavar, y por lo tanto menos agua hay que utilizar. Tomando esta simple lógica readecuamos el diseño y procesos de lavado de nuestras instalaciones industriales para que por un lado cumplan con los estándares de higiene e inocuidad, pero cada vez con menos agua. También empezamos a reciclar el agua utilizada de sanitizaciones para uso de enjuague, dándole así un uso adicional al mismo recurso.
Pero, a pesar de que cumplimos estas metas al interior de nuestras fábricas, sabemos que el problema del agua sigue siendo gravísimo a nivel global, tanto por el cambio climático como por el desbalance entre oferta y demanda de agua. Sólo en Chile el 76% de la superficie del país está afectada por el cambio climático y el suministro de agua. Por eso, en 2020 actualizamos nuestras metas y nos propusimos lo siguiente:
- Implementar programas de gestión del agua en zonas de stress hídrico al 2030
- Que nuestros ingredientes sean biodegradables al 2030
- Mantener la eficiencia del recurso hídrico en nuestras plantas.
Sabemos que no siempre es fácil, algunas iniciativas requieren inversión, pero otras sobre todo creatividad y convicción. Lo más importante es que no podemos dar pie atrás y estamos seguros de eso.