Javiera Trebilcock, Gerente Comercial Eurofred Chile
Por primera vez en Chile tenemos una Ley de Eficiencia Energética. Se trata de un paso clave para articular los esfuerzos y alcanzar la carbono neutralidad hacia el año 2050, que aportará con más de un 35% de las reducciones de gases de efecto invernadero necesarias para alcanzar nuestra meta.
Para seguir avanzando en esta línea es necesario revisar los marcos regulatorios de los productos eléctricos, promoviendo una oferta más exigente en cuanto a eficiencia que nos acerque a los estándares internacionales
Hoy se promueve como alternativa de calefacción para toda la zona centro sur del país los equipos de aire acondicionado tipo Split, sin embargo la norma vigente no regula su eficiencia cuando se usan en modo calor, promoviendo una solución que no asegura que un rendimiento eficaz. Es por ello que debemos contar con una norma que permita distinguir, a través del etiquetado de los equipos, aquellos que funcionan con mayor eficiencia energética y usan tecnologías amigables con el medio ambiente.
Lo preocupante es que actualmente sistemas de baja funcionalidad son calificados en una categoría A (mayor eficiencia), sin ser –necesariamente- equipos de alto desempeño. Una normativa clara y moderna, acorde a los estándares internacionales sobre climatización, debiera exigir a los distribuidores comercializar productos que funcionen de manera eficiente y, de ese modo, permitir que los consumidores tomen decisiones más informadas y de manera más responsable.
De ese modo se podrá potenciar el uso de tecnologías como la Inverter en los equipos de aire acondicionado -que gastan menos energía eléctrica, entregan una temperatura más constante y reducen el desgaste de los equipos- de aquellos que no cuentan con mecanismos que permitan un uso racional de la energía eléctrica.
A pesar de que no existe una normativa que lo exija, en Eurofred fuimos pioneros en traer a Chile la tecnología Inverter y estamos en constante búsqueda de nuevas soluciones que vayan en el camino de la ecoeficiencia. Es que tenemos claro que la responsabilidad del cambio debe provenir de las empresas, ya que somos las llamadas a promover el uso de sistemas eficientes que ayuden a disminuir el consumo de energía y que contribuyan a la reducción del calentamiento global.
Nuestro llamado es a cuidar los recursos, usar racionalmente la tecnología, mejorar los estándares y “hacer más y mejor con menos”; eso es eficiencia.
