María Jesús García-Huidobro, gerente de marketing de Laborum.com
Postular a un empleo por lo general no es tan fácil como nos gustaría, más allá de poder contar con mucha experiencia y buenas referencias, siempre supone un desafío exponerse frente a un otro para ser evaluados, quien juzgará si somos adecuados para una empresa o puesto de trabajo, impactando directamente en nuestro futuro profesional.
En el ideal de los casos, se debería siempre enfocar este proceso en los conocimientos y habilidades de la persona para escoger al candidato o candidata más apta, sin embargo, con más frecuencia de la que debería ocurrir, son otros factores los que pesan más, cómo su aspecto físico, forma de hablar, de vestir e incluso se puede incurrir en un juicio de prerrogativas respecto a su orientación sexual o identidad de género. En junio, donde conmemoramos la lucha por los derechos de la comunidad LGBTIQ+, es importante recalcar la importancia de dejar atrás de una vez por todas dichos prejuicios.
Muchas empresas creen tener culturas diversas y libres de discriminación, pero más allá de creerlo, esto es algo que se vive y trabaja día a día. La incorporación de grupos históricamente excluidos del mundo laboral como mujeres, jóvenes, personas mayores, neurodivergentes, con movilidad de reducida y miembros de la comunidad LGTBIQ+ es sumamente necesario, pero es solo el punto de partida. Además de eso es fundamental contar con políticas de inclusión y no discriminación, acompañadas de una capacitación y educación en dicha materia para todo el personal. Las políticas no deben quedar en letra muerta, se debe sancionar actos discriminatorios y no normalizar por más pequeñas que sea, conductas que afecten la dignidad o las oportunidades de las personas dentro de las empresas. Estas conductas no pueden ser aceptadas, y este es un lineamiento que debe venir desde la cabeza de la organización para ser validado y respetado por todos.
Una manera de comenzar esta tarea es mediante la aplicación de procedimientos de selección sin sesgos o prejuicios, en que se evalúa netamente el potencial del colaborador y no su esfera personal. Desde Laborum.com estamos comprometidos con la inserción de grupos vulnerables en el trabajo y por lo mismo, hemos impulsado en las empresas la contratación mediante el CV Anónimo, una dinámica en la que se oculta a las empresas que utilizan esta herramienta, información personal de los postulantes que podría ser potencialmente discriminatoria como el género, nombre , edad, lugar de vivienda y nacionalidad. Los grupos diversos enriquecen las organizaciones, no sólo la cultura, también la creatividad y productividad, por lo que hacemos un llamado a todas las empresas a atreverse a contratar colaboradores con miradas e historias de vida diversas y darles la confianza para poder vivir su identidad libremente. Les aseguro que una pluralidad de vivencias y visiones del mundo, sin duda enriquecerá todo espacio laboral, independiente de su rubro.
