En menos de seis meses Trapi, plataforma digital dedicada a la venta mayorista de hortalizas, se ha consolidado en el canal Horeca y retail con su servicio, logística y vínculo directo con los agricultores. Además de la rapidez en la entrega y frescura de sus productos, el gran valor agregado es el impacto económico, social y medioambiental que está generando con un modelo de negocio que mueve una tonelada de productos al día con merma cero.
Asociado a tecnología y vanguardia, llama la atención ver el concepto de startup relacionado a la venta de frutas y verduras. Eso es exactamente lo que es Trapi, plataforma digital de comercialización de productos frescos especializada en canal Horeca, y que en el último trimestre ha generado ventas superiores a US$40.000 mensuales, moviendo una tonelada de hortalizas al día tras menos de seis meses desde su puesta en marcha.
“Trapi es un software que creamos para poder establecer y mantener una cadena de suministro de productos frescos para el retail, trabajamos con almacenes de barrio y restaurantes pequeños, pero también con cadenas de restaurantes y con empresas más grandes suministrando frutas y verduras siempre de primera categoría y directamente al comercio”, comenta Juan Pablo Campos, CEO de la startup agrícola-digital.
La empresa ha tenido una buena recepción tanto en sus proveedores (agricultores y productores) como en sus clientes (negocios de barrio, hoteles, restaurantes, retail). “Planificamos bien la logística para encargar cantidades definidas por semana a los agricultores y, a la vez, coordinar adecuadamente con nuestros compradores el traslado de la mercadería fresca, optimizando rutas y tiempos”, agrega el ejecutivo.
Debido a la alta demanda que han tenido en este primer periodo, la empresa ha ido ampliando la oferta considerando los requerimientos de la industria gastronómica. Hoy cuentan con quince productos estrella, siendo los más vendidos papas, tomates, cebollas, pepinos de ensalada, limones y zapallitos italianos.
Triple impacto
Actualmente abastecen solo al comercio de la Región Metropolitana, pero “pensamos expandir nuestras operaciones al resto del país el primer trimestre del próximo año. Para fines de este 2021 estimamos comenzar a operar en la Región de Valparaíso”, comenta Juan Pablo Campos sobre los planes de expansión, entre los cuales está contemplan su internacionalización dentro de Latinoamérica el 2023. Mientras tanto, en paralelo, desarrollan el software para la venta B2C que comenzaría a funcionar mediados de junio próximo.
En este corto periodo de operaciones –principios del 2021–, la startup está generando un impacto positivo en tres grandes ámbitos:
Impacto económico: Las personas pueden comprar productos de primera categoría al mismo precio de lo que están comprando actualmente frutas y verduras de menor calidad; y en algunos casos hasta con valores más bajos.
Impacto social: Están reivindicando el rol del agricultor, pagando lo justo y en 24 horas o al contado, dependiendo del volumen de compra comprometido. “Hemos vuelto a darle el valor que se merecen a los agricultores. Están bastante contentos trabajando con nosotros, pese a que nacimos hace poco, ven formalidad, seriedad y que estamos apuntando a crecer más”, añade Campos.
Asimismo, han establecido programas de compra semanales, que entrega una demanda constante a los agricultores, lo que obviamente beneficia al rubro que como todos se ha visto afectado por la pandemia y han encontrado en Trapi un nuevo canal para comercializar sus productos frescos.
El impacto social también se ve en que están revitalizando las tiendas de barrio y restaurantes. “Cuando todos pujamos por la reactivación económica es fundamental ayudarlos a incorporar la tecnología necesaria para mejorar sus sistemas de venta”, asegura el CEO.
Impacto medioambiental: La startup ha aminorado varias etapas en la cadena de suministro tradicional que suelen impactar negativamente a nuestro entorno. Es un emprendimiento cero merma, es decir, “dado que nos preocupamos de que los productos sean seleccionados y lleguen rápidamente al cliente, evitamos la eliminación de frutas y verduras. Por lo general, las tiendas de barrio habitualmente desechan un 15% de los productos que reciben; en ocasiones esa cifra alcanza 25%. Nosotros estamos evitando ese desperdicio de alimento”, afirma Juan Pablo.
Asimismo, los camiones que utilizan para la distribución son eléctricos, con el objetivo de reducir la huella de carbono.
Todo esto hace que Trapi se pueda proyectar con USD600 mil para este 2021; sin duda, ha sido un éxito que en plena pandemia se hayan podido formar y consolidar como una opción viable y beneficiosa para el proveedor, comprador y medioambiente.