María Jesús García-Huidobro, gerente de marketing de Laborum.com
Los sesgos influyen en la forma de percibir el mundo y tomar decisiones tanto en la vida diaria como en el entorno profesional. Suelen basarse en sensaciones, creencias o percepciones que aplicamos creyendo que nos llevarán a la respuesta correcta.
En un proceso de selección laboral, cosas tan simples como la edad, el género, la nacionalidad o incluso el nombre de una persona, pueden ser causales para que un evaluador deje de lado su CV. Para evitar esto, es que nace el Currículum Anónimo, una modalidad de contratación en la que se oculta la información personal del candidato y se ofrecen datos relacionados únicamente con la formación, experiencia laboral y las habilidades del aspirante. De esta manera se espera minimizar los sesgos, aumentando así la igualdad de oportunidades y la valoración de lo que realmente importa, el talento de las personas.
Si bien este tipo de práctica está extendida en países anglosajones, en nuestro país no es norma y su uso no es muy conocido, lo que dificulta que miles de talentos puedan emerger o conseguir el trabajo que buscan por tener ciertas características que poco o nada tienen que ver con el empleo en sí mismo.
Por suerte, para esas miles de personas que quedan fuera de los procesos, pero también para las empresas, la tendencia cambia poco a poco y cada vez son más las compañías que promueven este tipo de alternativa en sus procesos de contratación al igual que nosotros. Con esta iniciativa buscamos avanzar en la mejora de los procesos de reclutamiento y selección en nuestro país y al mismo tiempo otorgar mayores oportunidades para quienes buscan trabajo.