La iniciativa busca desarrollar productos que son de diseños simples, atractivos, que usan poco espacio y son multifuncionales (educan, divierten y decoran).
Vahitiare Beltrami Saavedra y Duncan McDaniel llegaron hace 4 años a la Patagonia de Aysén enamorados del paisaje y de la posibilidad de vivir una vida orgánica en armonía con la naturaleza. Y fue en el año 2019, que nació en el hospital de Coyhaique su hija, quien inspiró la idea.
“Su llegada nos puso en el tremendo desafío que es la crianza. Nos conectó con nuestra niñez y nos hizo recordar. Descubrimos que nos transformamos en mentores de la vida de este pequeño ser. Como familia (nos) proponemos el respeto, el amor y la felicidad como contexto para su (nuestro) aprendizaje de vida y el juego apareció como el canal ideal. Así nace la idea de Happy Patagonia, un proyecto donde fabricamos juguetes multifuncionales de maderas nobles recicladas, diseñados para facilitar el aprender haciendo”.
Una de sus fundadoras, Vahitiare explica que seleccionaron íconos de la región y los llevaron al minimalismo para transformarlos en piezas, formas, texturas y experiencias. “¿Qué aprenderán? Entre tantas otras, nos gustaría que aprendan a amar, soñar, observar, descubrir, valorar, compartir, cuidar, equilibrar. En un contexto feliz, pacífico, natural y de colores. La sociedad requiere un cambio de paradigma, la situación actual a nivel mundial lo demuestra y siendo buenos mentores, podremos criar a una nueva sociedad”, señala.
Programa Semilla Inicia
Este proyecto, apoyado por Corfo a través del programa Semilla Inicia, ha permitido a Happy Patagonia a ser empresa, pudiendo diseñar su modelo de gestión y administración, prototipando y testeando juguetes, analizando su sistema productivo y desarrollando la marca. “Estamos felices porque hoy somos un equipo, es emocionante cuando ves que la idea resuena en las personas y empiezas a recibir apoyo. Gracias al apoyo de Corfo hemos podido dar vida a este proyecto que hoy crece casi tan rápido como nuestra hija”.
Omar Muñoz Sierra, director de Corfo Aysén, explica que uno de los ejes estratégicos de la institución es la economía circular “y vemos que este proyecto logra resumir en una sola idea de negocios el impacto ambiental, social y económico. Programas como el Semilla Inicia permite que emprendedores y emprendedoras puedan poner en marcha su idea de negocio, con soluciones innovadoras, que tengan alcance nacional y potencial de internacionalización. Lo que procuramos como Corfo es diversificar nuestra base empresarial, generando valor agregado a nuestro territorio”.
Trabajo en equipo
En este tiempo, han podido organizarse, siendo eficientes en su trabajo. “Duncan desarrolla el área productiva junto al apoyo de Cristian Vargas quien realiza su happy práctica profesional de diseño industrial ayudándonos a hacer las maquetas 3D y bajo la mentoría de Tim Druett quien ha puesto su experiencia en la madera al servicio del proyecto. Vahitiare junto a Antonia Reyes, de las naturales ciencias, y Natascha Correa (Naeph illustration) están desarrollando la marca, llevando al lenguaje gráfico íconos de la Patagonia. Junto a ello, Vahitiare y Duncan se hacen cargo de llevar la administración y ventas con el apoyo de José Riquelme. Toda la información la comparten en plataformas digitales (google drive, Miró y Trello), entonces todas y todos tienen acceso al contenido desarrollado en cualquier momento, independiente de quien sea el autor. “Nos gobernamos desde la confianza y la transparencia” comentan.
Un llamado a emprendedores y emprendedoras a postular a los programas de Corfo
Desde que pensaron la idea de Happy Patagonia tuvieron en su pizarra el canvas del Sistema B. “El propósito está en el corazón y decidimos que el nuestro es ser mentores de vida para generar una nueva cultura, una sociedad consciente de su entorno. Trabajamos sobre un modelo basado en el múltiple impacto: cultural, económico, social y ambiental.
Respecto al futuro, nos comentan que “nuestro sueño es ser la marca chilena de juguetes de madera. Que nuestros productos faciliten experiencias educativas donde niños y niñas adquieran herramientas para la vida. Y que la empresa sea un ejemplo promoviendo una economía circular sustentable”.
Finalmente, Vahitiare hace un llamado a emprendedores y emprendedoras a postular a los programas de Corfo. “Para emprender hay que atreverse a aprender, reconocer que hay áreas donde otra mirada puede ser una gran oportunidad, pues además del apoyo económico, todas las capacitaciones asociadas al proyecto, como El Viaje del Emprendedor y la mentoría, nos están permitiendo tener otra perspectiva de nuestro emprendimiento, repensarlo constantemente, dirigiéndonos a pensar en grande con algo que comenzó como una idea. Hoy nos sentimos empoderados y empoderadas, a pesar del escenario incierto en el que nos sitúa la actual pandemia, sabemos que con todo el equipo y las personas que nos están apoyando y que creen en Happy Patagonia, como Corfo y UDD Ventures, es que sentimos que vamos por buen camino”, concluyó.