Gonzalo Jaramillo, director del Programa Agua Rural de Anglo American.
Como todos los años, este jueves 22 de abril se conmemora el Día de la Tierra. En esta fecha vuelven a surgir interrogantes, ideas y posibles soluciones sobre cómo disponibilizar de mejor forma los recursos naturales, pero lamentablemente en muchos casos son propuestas que nunca llegan a materializarse.
Una de las grandes alarmas que salta en esta línea es el uso y disponibilidad de agua para el consumo humano, ya que la sequía es una realidad que viene afectando a todas las personas desde las últimas décadas del siglo XX. Caso emblemático es lo que sucede en el continente africano, donde ya vemos poblados con racionamiento del recurso. Aún más, una zona especialmente impactada es Latinoamérica y el Caribe. De acuerdo a cifras de la Unesco, entre 2000 y 2019 más de 53 millones de personas se han visto afectadas por este fenómeno. Lamentablemente, en esta misma línea está Chile: atravesamos una megasequía hace más de 12 años.
Uno de los impulsos privados que ha buscado mitigar estos problemas y aportar en la buena gestión y uso de recursos hídricos es el Programa Agua Rural de Anglo American, desarrollado en alianza estratégica con We-Techs, empresa de tecnología e innovación chilena. El principal objetivo de esta iniciativa es generar un cambio operacional y cultural en la gestión hídrica de los Sistemas de Agua Potable Rural (APR), buscando lograr la autonomía, donde a través del monitoreo remoto y de la automatización se aumenta la disponibilidad del recurso generando un cambio en la estrategia de llenado de estanques y distribución, haciendo esta gestión extremadamente eficiente, optimizando además el tiempo de los operadores, levantando a su vez alertas oportunas ante fallas de sistema y generando un importante ahorro energético en los sistemas de APR, lo que impacta positivamente en las comunidades.
Parte importante del desafío y la meta que tenemos que considerar hoy como sociedad es buscar y desarrollar mejores herramientas tecnológicas, las que a su vez son cada día más accesibles, de manera que nos permitan utilizar de manera eficiente los recursos hídricos y naturales de los que la sociedad dispone. Sabemos que estos son limitados, por eso, darles la gestión y el uso adecuado a través de la innovación son un camino más en la búsqueda de cambiar positivamente la calidad de vida de quienes habitan en las comunidades rurales.
