Un estudio predice el impacto del cambio climático en la educación de las niñas y descubre dónde las estudiantes son más vulnerables a la interrupción de su formación. El cambio climático es una amenaza que no solo afecta recursos, cosechas y la vida silvestre, sino también en la cotidianidad de las personas.
Un problema que no todos dimensionan correctamente, el aumento de temperaturas globales, los fenómenos meteorológicos catastróficos y la destrucción de los ecosistemas son solo algunos de los factores que llegan a influir incluso en el acceso a la educación.
Si bien la solución a este problema requiere tiempo y el trabajo continuo de la humanidad, hoy la tecnología y los datos son un aporte para dar respuesta a algunas de las consecuencias del cambio climático.
“Los datos pueden utilizarse de manera significativa para resolver problemas humanitarios como pobreza, salud, derechos humanos, educación y medio ambiente. Usada correctamente, la tecnología puede ayudar a solventar algunos de los problemas más desafiantes del mundo solo con implementarla para el bien social”, asegura Marcelo Sukni, gerente general de SAS Chile.
Es por esto que, SAS junto a Malala Fund, organización sin fines de lucro para la defensa del derecho de la educación gratuita, segura y de calidad para las niñas cofundada por la Premio Nobel Malala Yousafzai, elaboraron el Índice de Desafíos Climáticos y Educación de las Niñas.
Este estudio predice, por año, en qué países las niñas están en mayor riesgo de sufrir interrupciones educativas y la reducción de las tasas de finalización de la educación primaria y secundaria debido a factores ambientales, incluida la probabilidad de inundaciones, tsunamis y terremotos en cada país en particular. Este análisis se centra en los países de ingresos bajos y medianos bajos, ya que son los que están más vulnerables.
De hecho, otro informe de Malala Fund, Un futuro más verde y justo: por qué los líderes deben invertir en el clima y la educación de las niñas, estima que en 2021 los eventos relacionados con el clima evitarán que al menos cuatro millones de niñas en países de ingresos bajos y medianos bajos completen su educación.Si continúan las tendencias actuales, para 2025 el cambio climático será un factor que contribuirá a evitar que al menos 12,5 millones de niñas completen su educación cada año.
Esto se debe a que cuando las temperaturas suben y en algunas regiones se pierde la agricultura generadora de ingresos, las niñas suelen dejar atrás sus estudios porque las familias ya no pueden permitirse pagar las tasas educativas.
“Seguimos siendo testigos del impacto del cambio climático en nuestro medio ambiente, ya sea en forma de sequía, cambios en los ecosistemas, severidad de las tormentas o la devastación causada por incendios forestales que duplican o triplican los experimentados en el pasado. Queremos hacer todo lo posible para apoyar a organizaciones como Malala Fund para garantizar que la educación de las niñas siga siendo una prioridad” señala Susan Ellis, directora de Innovación Social de SAS.
Por su parte, Naomi Nyamweya, oficial de investigación de Malala Fund, afirma que “este nuevo informe confirma que la educación de las niñas es una de las estrategias más poderosas para mitigar el impacto del cambio climático. Pero como muestra este proyecto de datos con SAS, los eventos relacionados con el clima impiden que millones de niñas aprendan. Para crear un futuro más verde y más justo para todos nosotros, necesitamos líderes que tomen medidas climáticas urgentes y apoyen la educación de las niñas”.
Gracias a toda esta información recolectada y analizada, la organización sin fines de lucro planea utilizar estos conocimientos para alentar a los líderes a tomar medidas y llevar la educación al debate mundial sobre el cambio climático. Con esto se pretende lograr orientar el apoyo técnico y financiero necesario tanto para la adaptación climática como para mejores resultados en la educación de las niñas.