Rosa Madera, fundadora de Empatthy
Tomarse en serio el “Advocacy” o en español “Promoción” ayuda a tu organización sin fines de lucro a cumplir su misión. En los últimos años escuchamos cómo las Organizaciones sin Fines de Lucro, OSFLS buscan profesionales que tomen este rol dentro la organización, desde luego no es un perfil fácil, pero si muy necesario.
Las organizaciones sin fines de lucro están bien posicionadas para ofrecer soluciones y políticas que abordan el espectro de desafíos que enfrenta nuestra sociedad, y por ello, en el entorno actual, es imperativo que participen en la defensa de políticas y que los donantes las apoyen para hacerlo.
Si bien, algunos pueden pensar que la incidencia también llamada “promoción” significa simplemente política y protesta, abarca una variedad mucho más amplia de acciones que las organizaciones sin fines de lucro y los donantes pueden incorporar a su trabajo, incluidas las siguientes:
- Desarrollar alianzas y coaliciones estratégicas.
- Organizar, movilizar y crear espacios para que las comunidades tomen liderazgo.
- Promover campañas de sensibilización, educación para garantizar un público informado
No participar en la “promoción” de políticas da como resultado, no solo la pérdida de oportunidades hacia soluciones auténticas, sino que también mantiene el status quo establecido por otros. A través de los esfuerzos de hacer incidencia puedes lograr resultados importantes para ti y el sector ya que puedes evitar la pérdida de recursos, detener propuestas para recortar los fondos que perjudicarían a las comunidades con las que trabajas, iluminar las necesidades reales de la comunidad mostrando un problema social particular que se ha ignorado, lo que permite a los responsables de la formulación de políticas ver el problema y luego abordarlo.
Estoy convencida de que la promoción ayuda a las organizaciones sociales y ambientales a sobrevivir y prosperar. La promoción de políticas públicas ayuda a las organizaciones a atraer la atención de los medios de comunicación, generando una mayor visibilidad, lo que lleva a una mayor conciencia de la misión y moviliza a los directorios, voluntarios y donantes.
Esta defensa de organizaciones sin fines de lucro ayuda a su comunidad a resolver problemas. Sabemos que con frecuencia las organizaciones sin fines de lucro son las únicas instituciones que tienen en cuenta tanto las preocupaciones más importantes para sus beneficiarios como las realidades cotidianas de cómo funcionan los programas gubernamentales que les impactan.
Si las voces de las organizaciones sin fines de lucro no se escuchan en el proceso de formulación de políticas públicas porque optamos por quedarnos al margen, entonces, ¿quién tendrá acceso completo y sin restricciones a lo que diseñan las políticas públicas: personas preocupadas por el interés público general o entidades que solo desean promover sus agendas estrechas?
Las organizaciones sin fines de lucro sirven como un gran ecualizador, donde las personas se unen para amplificar sus voces. Además, las organizaciones sin fines de lucro sirven como lugar de reunión para las personas que se preocupan por aquellos que efectivamente no tienen voz, como los niños, los pobres y los discapacitados que pueden no poder viajar para ser escuchados, así como aquellos que realmente no tienen voz. como las generaciones futuras que no están aquí para hablar sobre el medio ambiente o los déficits gubernamentales.
La promoción ayuda a fortalecer las comunidades.
Las organizaciones sin fines de lucro sirven como pruebas de ciudadanía chilena y laboratorios de liderazgo. Muchas personas aprenden sobre el compromiso, la resolución de conflictos, el procesamiento de grupos, el trabajo en equipo y el liderazgo al participar en organizaciones sin fines de lucro. De esta y otras formas, las organizaciones sin fines de lucro son el punto de entrada común para que los ciudadanos aprendan las habilidades necesarias para participar en la democracia.
La promoción ayuda a los formuladores de políticas públicas que necesitan, y a menudo quieren, aportaciones de los ciudadanos
La cultura popular puede crear impresiones falsas sobre el proceso de formulación de políticas públicas. De hecho, aunque una percepción común es que a los legisladores no les importa, la verdad es que la mayoría de los políticos desean sinceramente tomar las mejores decisiones, y obtener las opiniones informadas de las personas en el campo es una forma de tomar decisiones más informadas.
No nos gusta hablar de eso, pero el sector sin fines de lucro sufre una competencia extrema. Los recursos son limitados y las organizaciones sin fines de lucro, incluso en (de hecho, especialmente en) la misma área de misión, deben competir entre sí para mantenerse en el sector. En este entorno, las colaboraciones a menudo no son auténticas y son ineficaces. Necesitamos romper los silos competitivos en el sector y orientar nuestros esfuerzos en torno a la acción colectiva y el poder compartido, y los donantes deben trabajar para eliminar esta dinámica tóxica. En otras palabras, las organizaciones sin fines de lucro acumulan poder y se fortalecen unas a otras en un entorno donde el cambio sistémico lleva tiempo y donde las victorias no son fáciles.
Por eso quiero destacar el gran trabajo que están realizando la Mesa Circular y la Red de Filantropía Medioambiental en donde representantes de la sociedad civil, donatarios, centros de estudios y donantes estamos impulsando cambios para mejorar la legislación existente en Chile, ampliando cobertura de causas (medioambiente, salud…) simplificando normativa todo en aras de generar mayor confianza, transparencia, seguridad jurídica y por supuesto mas filantropía en todas las áreas.