María Jesús García-Huidobro, gerente de marketing de Laborum.com
Los llamados trabajos esenciales toman protagonismo cada vez que algo sacude a la sociedad. Ante un terremoto, corte de luz y ahora la larga pandemia, tendemos a mirar a aquellas personas que nos asisten en nuestro diario vivir con agradecimiento.
El problema es que cuando desaparecen los inconvenientes, a los ojos del resto vuelven a ser una fuerza trabajadora invisibilizada. Hoy junto al personal de salud, son estas personas las que han permitido paliar los efectos de la pandemia, pues si ellos paran, el mundo se detiene, y por lo mismo, no debemos dejar de reconocer su importancia.
Los trabajadores de áreas productivas, supermercados, transporte, logística, repartidores y recolectores de basura, ejercen un trabajo que suele ser desapercibido a diferencia de áreas que normalmente son más reconocidas por su labor durante la pandemia como los profesionales de la salud o la educación. Sin el afán de priorizar una profesión por sobre otra, debemos reconocer y agradecer el esfuerzo que realizan quienes salen a la calle día a día a trabajar y poner en relevancia el rol que han cumplido este último año, afrontando condiciones difíciles e incluso poniendo en riesgo su salud y la de su familia. Sin ellos el país no podría seguir funcionando y seguramente muchos de nosotros tampoco.