En Chile existen alrededor de 60 mil recicladores (as) de base y se estima que el 60% son mujeres. Se trata de un rubro en el que han tenido protagonismo y que actualmente les otorga la posibilidad para crecer laboralmente, de la mano de la profesionalización del sector.
Es el caso de Leslie Plaza, emprendedora y dueña de Redimir, una pequeña empresa que gestiona residuos en Calama. “Siempre reciclé de manera individual y procuré llevar un estilo de vida alineado con el cuidado del medioambiente, pero se necesitaba más y al abrirse distintas posibilidades tomé la decisión, primero postulando a un capital semilla de Corfo y luego accediendo a la certificación de competencias laborales, a través de ChileValora” explica Plaza.
Hoy, Redimir cuenta con cuatro trabajadores, todos certificados, y se han transformado en la única empresa que gestiona el vidrio en la comuna, cubriendo así un servicio necesario, que permite a distintas industrias cumplir con los requerimientos normativos que entran en vigencia este 2021 en el marco de la ley de Fomento al Reciclaje- y la Responsabilidad Extendida del Productor (REP).
Tras la promulgación de esta ley los recicladores de base se transformaron en actores estratégicos de la cadena de valorización de los residuos, lo que hizo necesario formalizar y regularizar su actividad, reconociéndolos como gestores de residuos y promoviendo la certificación de sus competencias a través de ChileValora.
Plaza señala que este proceso les ha servido “porque para las empresas es una obligación vincularse con trabajadores y trabajadoras certificados. Esto nos ha llevado a pensar que podemos emprender nuevos negocios y obtener la sustentabilidad económica en el tiempo. Comenzamos con la misión de presentar herramientas y que el reciclaje sea efectivo acá en la comuna y ahora generamos planes de manejo de residuos reciclables para empresas.”
El secretario ejecutivo de ChileValora, Francisco Silva, destaca el rol que cumplen los recicladores de base porque “son esenciales para el desarrollo exitoso de la ley REP y la certificación de sus competencias es pieza clave para la efectividad del proceso. Además, es una potente herramienta para quienes se desempeñan en el rubro, pues les permite obtener mejores posibilidades de empleabilidad y crecer laboralmente a medida que el reciclaje se hace una actividad necesaria en el país.”
“Ahora se sabe que el reciclaje es un proceso que requiere personal capacitado y maquinaria. Esa visión ha ido evolucionando y otorgando la oportunidad de tener un modelo de negocios. A nosotros nos llaman mucho porque somos los únicos que gestionamos vidrio en Calama y existe la necesidad de que se preste el servicio” detalla Plaza.
“Tenemos un tremendo desafío porque son miles los recicladores de base en el país y la certificación de competencias laborales es fundamental para que puedan desempeñarse. Es imperativo visibilizar el rol que cumplen y la manera de hacerlo es formalizando el oficio, dándole el realce que los nuevos tiempos nos exigen y entregando dignidad a un trabajo que permitirá ir reduciendo los efectos contaminantes en nuestros procesos productivos” puntualizó Francisco Silva.
ChileValora
Este organismo público, de más de una década de funcionamiento, desarrolla distintos productos que buscan ser herramientas para trabajadores y empleadores. Entre estos, están los Perfiles Ocupacionales, Planes Formativos y Rutas Formativo laborales, además de la Certificación de Competencias Laborales de trabajadores.
Hasta ahora son cerca de mil los trabajadores y trabajadoras certificados como Recicladores, un 42% son mujeres. La mayoría de los procesos llevados a cabo en las regiones Metropolitana con el 44%, Biobío con el 16% y Antofagasta con el 11%.
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