Natalia García Huidobro, Directora Ejecutiva de Fundación Lepe.
La construcción de una sociedad más sostenible y la equidad de género comparten elementos fundamentales: la comunidad, la colaboración y el bien común, mismos pilares que son el eje central de Fondo Común, el fondo concursable de Fundación Lepe a nivel nacional.
Cada 8 de marzo, mujeres en todo el mundo, buscan visibilizar la necesidad urgente de lograr una mayor equidad de género, y lo hacen pensando en el bien común. Es una lucha conjunta donde la colaboración se hace esencial y que pareciera ser la forma natural que han encontrado las mujeres para movilizarse. Y este trabajo lo realizan con la convicción de que una sociedad donde las políticas públicas se piensen y ejecuten con una perspectiva de género y donde el aporte de niñas y mujeres sea valorado y respetado, será, sin lugar a dudas una mejor sociedad. Ésta es una reivindicación por las que ya no están, por sus compañeras y por las que vendrán.
Desde la sociedad civil planteamos con convicción que la construcción de una sociedad más sostenible y la equidad de género, comparten elementos fundamentales: la comunidad, la colaboración y el bien común, mismos pilares que son el eje central de Fondo Común, el fondo concursable de Fundación Lepe a nivel nacional.
Con dos versiones de esta iniciativa se ha destacado el liderazgo femenino detrás de muchas de las iniciativas y organizaciones que se adjudicaron el mencionado fondo.
Glenda Durán, de la Fundación Eres, ha instalado la necesidad de que el país asuma el desafío del turismo inclusivo; Tania Marquez, de la Fundación Tradiciones de Chiloé, impulsa el rescate del patrimonio cultural a través de la Revista Tradiciones; Ema Hermosilla del Comité Lemu Lahuén mantiene vivo el Parque Urbano El Bosque en medio de la ciudad de Valdivia; Tamara Gonzalez de la Asociación Gremial DanzaSur, se mueve en el alucinante mundo del trabajo en red para la danza contemporánea; Clahudette y Paola, empujan incansablemente el Banco de Alimentos Biobío Solidario; Albertina Morales de Canto del Agua, en Huasco, mantiene una de las vermicomposteras de la comunidad de pequeños agricultores en medio del desierto, y las socias de la Agrupación para el Rescate del Durazno Betarraga, con sus manos cariñosas cultivan y producen este patrimonio alimentario en el Maule, son sólo algunas de las maravillosas mujeres que ejemplifican tan bien el trabajo colaborativo, el entregarse al 100 por ciento, congregar inclusivamente y el escuchar y crecer permanentemente.
Seguramente ellas, y muchas otras líderes, también comparten la idea de que los cambios sociales, sólo parecen alcanzables, a través del trabajo en equipo.
Algo que comparten las organizaciones que se adjudicaron el financiamiento de Fondo Común en 2017 y 2019 es la convicción de que las alianzas colaborativas son el pilar fundamental para la sustentabilidad, aspecto evidente durante el año pasado, donde la colaboración y el bien común fueron, y aún siguen siendo, elementos decisivos para sobrellevar los efectos de la pandemia en muchas comunidades a lo largo de Chile. Así, Fondo Común parece hoy más pertinente que nunca, para continuar fortaleciendo los elementos colaborativos en iniciativas comunitarias que buscan el bien vivir.
Durante el mes de abril, se lanza una tercera convocatoria, donde seguramente volverán a aparecer mujeres increíbles, moviendo sus energías por el bien común, poniendo sus diferentes talentos y herramientas al servicio de la sociedad, y jugándose por pensar, aprender y crear juntas para lograr grandes desafíos. Las estamos esperando.