Víctor Opazo Carvallo, CEO de Solek Chile
El último sábado de marzo celebramos la Hora del Planeta. Es un momento en que calles y edificios de muchas ciudades del mundo apagan sus luces durante una hora, de 20:30 a 21:30, para llamar a la conciencia sobre el uso de la energía, especialmente la que proviene de combustibles fósiles.
En Chile ya podemos observar cómo esta acción de concientización está recogiendo frutos. En efecto, nuestra matriz energética se apoya cada vez más en energías limpias, que permiten dar electricidad sin emitir gases contaminantes. Poco a poco hemos logrado que, de los 26.376,1 MW de capacidad instalada del Sistema Eléctrico Nacional, el 13,7% provenga de una fuente inagotable y sobre todo, limpia: la energía solar[i].
La energía solar ha demostrado ser una de las mejores alternativas para generar energía domiciliaria y también para proveer a la industria, especialmente a la minería. No obstante, aún falta por crecer y avanzar en esta materia. Es por eso que, cuando celebremos una nueva Hora del Planeta este sábado 27 de marzo a las 20:30, es importante que consideremos el esfuerzo humano y material que significa producir cada megawatt de energía, y valoremos la voluntad de seguir avanzando hasta lograr una matriz energética que provenga completamente de energías renovables no convencionales.