Héctor Jorquera, Emprendedor Social, fellow Ashoka, fundador de AraucaníaHub y Vinculamos.cl
La Agenda 2030 representa un esfuerzo global, urgente y coordinado, para generar sustentabilidad ambiental, prosperidad económica y equidad social en el planeta.
Contiene 17 ambiciosos objetivos de desarrollo, que 193 países miembros de la ONU se comprometieron a impulsar entre 2015 y 2030. Más allá de las declaraciones de política, Naciones Unidas ha urgido a entidades públicas, privadas y de la sociedad civil, a actuar de modo efectivo y colaborativo, para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus 169 metas.
La empresa sanitaria Essbio, que opera en las regiones de O’Higgins, Ñuble y Biobío, y en la del Maule, donde entrega servicios a través de Nuevosur, acogió creativamente el llamado para abordar de manera concreta y territorial el ODS 6: “Agua limpia y saneamiento”. Considerando que el agua está al centro de la Agenda 2030, por lo fundamental que es para asegurar nuestra salud, la sobrevivencia de la biósfera y el desarrollo económico, Essbio y Nuevosur resolvieron convocar a actores de la academia, organizaciones territoriales, corporaciones privadas de desarrollo, fundaciones sociales o ambientales, sistemas de agua potable rural y sindicatos de la empresa, a conformar Consejos Ciudadanos, en las regiones en las que están presentes.
Entre 2019 e inicios de este año, las empresas han impulsado la creación de ocho Consejos Ciudadanos en sendo número de zonas de concesión. Cada Consejo cuenta con seis u ocho miembros y, pese a no tener personería jurídica, dispone de un estatuto que señala entre otras materias, su estructura, modalidad y ámbitos de trabajo. A través del diseño de una hoja de ruta, los Consejos definen prioridades y acciones que se hagan cargo de brechas en torno al agua y saneamiento en sus territorios.
De este modo Essbio y Nuevosur respondieron al desafío de la ONU desde la Innovación Social de cuádruple hélice, esto porque sociedad civil, academia, sindicato y empresa, se articulan en los Consejos Ciudadanos para codiseñar acciones antes problemas permanentes o emergentes y, al hacerlo, generan nuevas soluciones que ninguno de ellos hubiese conseguido por sí mismos.
En Ñuble, por ejemplo, entidades del Consejo con apoyo de Corfo, están generando innovación en modelo de negocio para los sistemas de Agua Potable Rural, a través de una solución móvil que potabilice agua en sectores sin servicio. Esto cobra aún más relevancia si consideramos lo que señala un reciente estudio de fundación Amulen, que es parte de los Consejos, que establece que el 47,2% de los habitantes rurales carece de abastecimiento formal de agua potable, obteniéndola de pozos, esteros, ríos o vertientes; y que 15,4% de esta población es abastecida por camiones aljibes, con un costo equivalente a $ 30 mil millones anuales.
En Maule, a través del Comité APR Bramadero, en la comuna de San Clemente, que participa del Consejo en Talca; se trabaja en modernizar el funcionamiento del sistema, mediante telemetría, toma de estado digital y cloración automática, que sirva como modelo para los casi 300 APR de la región. A su vez, la Universidad Católica del Maule, dictará en marzo próximo un innovador curso para directivos y funcionarios de estos APR, potenciando aspectos de gobernanza, comerciales y operacionales.
El Consejo Ciudadano de Rancagua fue pionero en realizar conversatorios presenciales y digitales sobre la crisis hídrica, motivando a 80 actores regionales a discernir y consensuar vías efectivas para resolver brechas en materia de uso eficiente, descontaminación, reutilización y tratamiento de aguas grises, así como de protección de acuíferos y ecosistemas ligados al agua como bosques, montañas y humedales, entre otros.
Más de 1.700 millones de personas viven en cuencas fluviales en las que el uso del agua supera la recarga natural, por lo que se estima que dos tercios de la población mundial podría vivir en países con escasez de agua para 2025. Chile tiene, según la última Casen, cerca de medio millón de hogares y 1.400.000 personas sin acceso a agua o alcantarillado, pese a que, en sectores urbanos y rurales concentrados, tiene provisión de 100%.
De allí que la estrategia implementada por Essbio y Nuevosur, sean pioneras en una industria que está llamada a liderar soluciones innovadoras para la adaptación al cambio climático, en el marco de la Agenda 2030, porque el agua se relaciona con el 70% de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Al hacerlo, materializan de manera efectiva la meta 8 del ODS6: “Apoyar y fortalecer la participación de las comunidades locales en la mejora de la gestión del agua y el saneamiento”.