Cecilia Riveros, Gerente de Relaves, Arcadis Chile
Se acerca una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer, instancia que nos invita a reflexionar sobre cómo nos hemos ido abriendo camino en el mercado laboral, capacitándonos en industrias que años atrás eran ejecutadas exclusivamente por hombres. Ejemplo de lo anterior recae en la minería, ya que cada día más mujeres juegan un rol clave en el desarrollo de lo que se considera uno de los motores fundamentales de nuestra economía.
La minería es un rubro tradicionalmente masculino, ya que el trabajo físico de los inicios de la extracción de mineral estaba asociado a la fuerza humana. La incorporación de la mujer en la minería nos ha enseñado lecciones valiosas sobre discriminación laboral fundada en prejuicios heredados. El aporte de la mujer en el desarrollo de la minería ha estado siempre supeditado a la aprobación y validación masculina, debiendo esforzarse más para demostrar su valor y ganarse la confianza de los equipos de trabajo. Si bien se han ido reduciendo las brechas, aún queda mucho por hacer y legislar para alcanzar la equidad.
Sin embargo, de cara al futuro, la mujer está más abierta a los cambios y, sin duda, será quien lidere el paso a la industria 4.0. En este sentido, desde nuestra experiencia como proveedores del rubro, nos ha tocado evidenciar que son ellas las que más se han abierto al mundo digital, proponiendo ideas muy innovadoras -que se mueven en el mundo de las soluciones remotas, por ejemplo- pensando en la seguridad de las personas y donde incluso aparece la robotización.
El desafío de la mujer, entonces, está en no ‘masculinizarse’ para validarse y basar la práctica laboral sobre las competencias -que es lo que corresponde- y no en el estereotipo de género. La irrupción de la mujer en minería no depende de los hombres, sino depende de nosotras mismas abrirnos caminos en este campo.