En un ecosistema digital, que está en constante crecimiento, el desafío es desarrollar técnicas y estrategias que sean amigables con el medioambiente y representen una verdadera alternativa, de confianza, para los usuarios.
Chile se ha transformado en un polo atractivo de inversión para la instalación de data centers. Grandes empresas como Huawei y Microsoft, avanzan con diversos proyectos que vienen a potenciar la industria frente al explosivo aumento en el uso de plataformas en línea producto de la pandemia.
El trabajo remoto se transformó en un desafío para las empresas que se vieron en la necesidad de invertir en servicios de “nube” que facilitan la adaptación de las labores de lo físico o presencial a lo digital. Además, los data centers deben responder a las necesidades de almacenamiento para distintas actividades y funcionamientos de servicios como internet, telecomunicaciones, seguridad, entretenimiento, salud, entre otros.
“Para que Chile se siga consolidando en el área de los centros de manejo de datos, se requiere desarrollar especificidad, conocimiento y un valor diferencial”, explica Pablo Torija, gerente de OTIC de Adexus. A través de iniciativas estratégicas, los proveedores de servicios de data centers deben brindar una buena experiencia, marcada por la flexibilidad y agilidad, con sistemas de seguridad que garanticen la protección de los datos ante un imprevisto de accionar humano o frente a un desastre natural. Para Torija “son atributos que convertirán a Chile en referente en el entorno de la nueva normalidad post Covid-19”, agrega el ejecutivo.
Dicha infraestructura busca potenciar la cooperación y competencia entre los diferentes actores del mercado. En tal sentido se buscará contar con Data Centers State of Art, principalmente en proveedores de nube pública, siendo el valor agregado el que marque la diferencia y destaque a través de sus soluciones de industria o tendientes a acercar a los clientes con sus usuarios finales.
Eficiencia energética y la sustentabilidad
Según un estudio publicado en la revista Nature en 2019, los centros de datos contribuyen a un 0,3% a las emisiones globales de carbono, y todo el sector de las tecnologías de la información y la comunicación ascienden al 2,5%, una cifra muy similar a la de la aviación comercial. De allí la preocupación por implementar data centers eficientes y sustentables.
La eficiencia energética será posible en la medida que los data centers logren procesar mayor cantidad de datos con un menor gasto de energía, lo que ayudaría a reducir la emisión de carbono y los costos asociados, es decir, trabajar de forma ecológica. Además, el crecimiento masivo de estas instalaciones, con mega centros que trabajan de manera continua también contribuirán al desarrollo sustentable y eficiente del uso de la energía eléctrica.
En un ecosistema digital, a través de todos sus componentes, se debe encarar las exigencias de mantenimiento, renovación y cuidado del medioambiente a través del uso de energías amigables con el ecosistema y tecnologías que protejan al planeta.